Al menos tres personas murieron, 45 resultaron heridas y 21 fueron detenidas en el sur de México como consecuencia de un enfrentamiento entre maestros y simpatizantes del sector radical del sindicato de docentes que rechaza una reforma educativa sancionada hace tres años por el Congreso.
Los disturbios ocurrieron este domingo en el municipio Nochixtlán, en la ruta que comunica al estado Oaxaca con el vecino pueblo y la cantidad de víctimas fue informada en una nota de prensa por la Secretaría de Salud oaxaqueña.
Allí, los manifestantes que obstruían la vía desde el lunes pasado chocaron con unos 500 agentes de las policías Federal y de Oaxaca que intentaban desbloquearla.
Los manifestantes recibieron a los uniformados con piedras y cohetes caseros que disparaban clavos y trozos de vidrio, e incendiaron varios automóviles y dos camiones a los que intentaron utilizar como barricadas, y los policías respondieron con gases lacrimógenos.
El enfrentamiento duró un par de horas y la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca informó que seis policías locales “fueron lesionados por arma de fuego”.
La Dirección de Protección Civil detalló que uno de ellos estaba grave “por traumatismo craneoencefálico” y la Policía de Oaxaca aseguró en su cuenta de Twitter que los heridos “no portaban armas” sino “solo su equipo antimotín”.
La Sección 22, el ala más radical de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), identificó a dos de los fallecidos y sostuvo que los detenidos eran alrededor de 100, pese a que las autoridades reportaron solo 21.
Las protestas resurgieron en las últimas semanas no solo en Oaxaca sino también en los estados sureños Guerrero, Michoacán y Tabasco.
El secretario (ministro) de Educación, Aurelio Nuño, dijo días atrás que el gobierno “no cederá al chantaje” de la CNTE.
