Enardecidos, un grupo de personas que vive en el barrio 713 viviendas de la ciudad termal estuvo a punto de quemar la casa de un sujeto al que acusan de varios hechos delictivos. La policía intervino para calmar a los ánimos de violencia.
La gente que se reunió afuera de la vivienda argumentaron que están hartos de los robos en el lugar, y están convencidos de que un sujeto -al parecer menor de edad- y su familia deben irse del barrio. Sobre lo anterior, algunos de los presentes expresaron: «o se van, o alguien termina mal, estamos cansados de esto».
La situación, según comentaron, es muy difícil y la inseguridad es cosa de todos los días. Los asaltos, arrebatos y demás hechos de esa índole tendrían como responsables a un grupo de muchachos menores de edad.
«Estamos cansados. Todos los días se drogan desde la noche hasta la madrugada», sentenció una mujer de la zona. A otra señora, le tocó de cerca, y explicó la situación que le tocó vivir diciendo que «entraron a la casa de mi abuela, la golpearon y le robaron, también a mí me robaron y a todos los vecinos de este lugar».
Los vecinos hicieron foco en una familia en particular, que vive en la casa que intentaron prender fuego. «Desde que esta gente está no podes ni sentarte en la vereda porque te roban. No podes pasar por enfrente de la casa de ellos porque no te dejan pasar, están drogados y armados», aseguraron.
Finalmente, la policía garantizó que la cosa no pase a mayores y los uniformados se comprometieron a realizar mayores recorridos por el barrio con un grupo motorizado. Asimismo hubo cierta reticencia en la gente, al comentar que «lo de las motos no nos da seguridad. Hasta que esta gente no se vaya el barrio no va a estar tranquilo».