La derrota en la final de la Copa América podría convertirse rápidamente en un simple rasguño, si la Justicia local consuma hoy la amenaza de no acatar las decisiones de la FIFA en torno a la reorganización de la AFA. Eso sí tendría consecuencias irreversibles para el fútbol argentino.
La jueza ordenó desconocer el comité normalizador que impone la FIFA. Si la decisión es notificada oficialmente, la entidad madre del fútbol mundial podría eliminar a los equipos argentinos de todas las competiciones: Libertadores y Eliminatorias entre ellas.
El jueves pasado, un tsunami judicial avanzó sobre el deporte y procesó a Luis Segura (titular de la AFA) junto a tres ex jefes de Gabinete del kirchnerismo. La resolución provocó el contragolpe inmediato de la FIFA.
La entidad madre del fútbol mundial resolvió designar a Damián Dupielliet como titular interino de la asociación argentina y ordenó crear una comisión normalizadora para reordenar a su afiliada local.
Sin embargo, esa decisión intempestiva cayó como una bomba en la Justicia argentina, que vio un serio riesgo de obstaculización a la investigación que realiza en la AFA por desvío de fondos, entre otras irregularidades vinculadas al programa Fútbol Para Todos.
La juez María Romilda Servini de Cubría a cargo de la causa tomó esa determinación como una intromisión indebida y a través de un escrito ordenó desconocer las órdenes de la FIFA. Además dispuso que hoy se realice una audiencia (en principio sería a las 9 en Tribunales) con actores de AFA, el gobierno nacional y del ente que conduce el fútbol mundial.
Si la jueza oficializa hoy su determinación, la FIFA podría dar por hecho que la asociación local sufre una intervención extradeportiva y resolvería desafiliarla. ¿Eso qué implicaría? Que la Selección y los clubes argentinos quedarían eliminados de todas las competencias internacionales.
«A nadie le gusta enterarse por una pantalla de TV que se nombra a un presidente interino. Si hubiese sido al revés, en Suiza no se quedarían con los brazos cruzados», fundamentó Alberto Piotti, ex juez federal de San Isidro y actual veedor impuesto por Servini en la AFA para seguir la trazabilidad del dinero público que enviaba el gobierno nacional.
La AFA está embretada porque debe aceptar las resoluciones de las leyes y fallos de la Argentina, pero FIFA, desde la comodidad de la extraterritorialidad, impone sus órdenes a las asociaciones sin importarle las leyes locales a la que deben responder sus afiliadas.
Aunque hay rumores de que Servini de Cubría daría marcha atrás con su escrito (algunos creen que presiona para lograr un lugar de representación en la comisión normalizadora), el presidente de Lanús, Nicolás Russo, contó que en la audiencia de hoy «lo que se va a hacer es comunicarle a la FIFA la decisión» de no reconocer una nueva autoridad.
«Corremos muy serio riesgo de quedar desafiliados», advirtió el titular del club granate en diálogo con Luis Novaresio por radio La Red.
La federación que preside Gianni Infantino quiere una comisión integrada por dirigentes de fútbol local, de la CONMEBOL y de la entidad mundial. Si el conflicto entre FIFA y Servini continúa crecerá el temor de la directiva del fútbol local sobre una eventual desafiliación.
Atentos a todo esto están Boca, que el 7 de julio jugará su primer partido semifinal de la Copa Liberadores, y el seleccionado olímpico que empezará a prepararse para Río 2016.
