El dos de enero del 2003, Sergio Almaraz, Dni: 28.396.180, se escapó de la Alcaidía de Sáenz Peña, donde se encontraba cumpliendo la condena de reclusión perpetua por «Homicidio calificativo por alevosía, robo a mano armada en grado de tentativa y lesiones graves, hechos ocurridos el 17 de octubre de 1999.
El caso conmovió a la opinión pública ya que se trató de uno de los homicidios más crueles, por la alevosía y saña mostrada por los dos criminales al fusilar sin contemplaciones a ambos trabajadores del volante, que no ofrecieron resistencia al robo.
El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, por resolución 288/2016, ofrece recompensa en todo el territorio nacional, la suma de $200.000 para la persona que brinde datos para lograr la aprehensión de SERGIO RICARDO ALMARAZ.
El domingo 17 de octubre de 1999, Francisco Orrego y Hugo Bernardis fueron ejecutados a sangre fría de disparos en la cabeza y por la espalda, en un monte ubicado entre Napenay y Concepción del Bermejo, de la mano de los homicidas Marcelo González y Sergio Almaraz.
El caso llegó a la instancia de juicio oral y público que se tramitó en la Cámara en lo Criminal 1. El tribunal en su veredicto condenó a ambos acusados a pena de prisión perpetua. Pero lamentablemente, a pesar de la condena ejemplar, hasta el día de hoy para ambas familias esta es una historia que no termina de cerrarse por la situación de uno de los asesinos, Sergio Almaraz, que sigue prófugo.
Marcelo Romero, que también se hacía llamar Marcelo González, y Almaraz lograron fugarse de los presidios donde fueron alojados, el primero en diciembre de 2001 del penal de la ciudad de Resistencia.
Mientras, Almaráz que había sido trasladado provisoriamente para recibir visita de familiares, tuvo el tiempo suficiente de raspar el material de la pared y quitar los ladrillos necesarios para pasar su cuerpo y fugarse por segunda vez en 2003 de la Alcaidía de Sáenz Peña. Desde ese momento nunca volvió a conocerse rastro del mismo, a pesar de variadas versiones que lo ubicaban en Buenos Aires o en la provincia de Santiago del Estero.
Hoy, 16 años después, la gran asignatura pendiente sigue siendo la recaptura de uno de los homicidas que permanece prófugo desde hace 12 años.