Armando Pérez, desde la AFA, admitió que puede ser «una alternativa» para ser el sucesor de Gerardo Martino.
Carlos Bianchi, el técnico que más títulos ganó en los últimos 20 años en el fútbol argentino y probablemente el más exitoso de la historia de los clubes del país, está dispuesto a dirigir la Selección Argentina si lo llaman y le hizo saber a allegados que deben aclarar que no está “retirado” y que dirigir al equipo nacional es su “asignatura pendiente”. Armando Pérez, desde la AFA, admitió que podría ser “una alternativa”.
Cuentan desde el ámbito más cercano a la intimidad del ex entrenador de Boca que está dispuesto a sentarse y escuchar si lo llaman y que incluso desliza que “la Selección” es su “asignatura pendiente”, y se ocupa en aclarar que no es “un entrenador retirado”. Es más, recientemente viajó a Francia para seguir todas las alternativas de la Eurocopa.
“Pienso que no me llaman porque creen que estoy retirado y no es así, mucho menos en el caso de la Selección y en esta situación que está viviendo”, le deslizó, palabras más, palabras menos, Carlos Bianchi, a su círculo más íntimo. “La verdad es que me gustaría escuchar la propuesta y de mi parte el dinero no sería un problema”, incluso anticipó, de acuerdo a lo que informa una fuente muy próxima y fidedigna.
En esa línea, el periodista Carlos Alfano le preguntó ayer a Armando Pérez por Carlos Bianchi en el programa radial Deportivo Télam. Se hizo un silencio de unos segundos y el presidente de la Comisión Normalizadora de la AFA contestó: “candidatos hay muchos, pero tranquilamente puede ser una alternativa”.
Para los que pondrían el reparo de la edad o su último trabajo en Boca desde ese círculo íntimo de Bianchi también se refuta, y con razón, con argumentos contundentes. España nunca ganó tanto en su historia como con dos técnicos de edad avanzada como Luis Aragonés y Vicente Del Bosque.
“Pienso que no me llaman porque creen que estoy retirado y no es así, mucho menos en el caso de la Selección y en esta situación que está viviendo”.
Y en la última etapa de Boca la vara estaba muy alta por los títulos anteriores y las críticas, algunas muy mal intencionadas, llegaron porque no se consiguió ningún campeonato, pero el equipo terminó primero en tabla general de un año (sería campeón en torneo largo) y quedó afuera de Copa Libertadores en cuartos de final en definición con tiros desde el punto del penal ante el Newell’s de Gerardo Martino.
La misma instancia en la que ahora Boca pasó, también por penales, con Guilermo Barros Schelotto, e igualmente quedó eliminado en la serie siguiente, la semifinal.
