Como saludable y auspicio novedad sobre el Mal de Chagas, han elaborado guías para aplicación telefónica, pensadas y diseñadas como herramienta e instrumento de educación para médicos de distintas especialidades que atienden a los pacientes con esta enfermedad.
En el Foro de Enfermedad de Chagas se discutió el tema de la mortalidad en el universo de enfermos de chagas en los años 2010 y 2012. Se debatió sobre la mortalidad derivada de esta patología. Algunos miembros de ese Foro concluyeron que a 10 años la tasa de mortalidad es del 10% en el grupo considerado de bajo riesgo, o sea 1% por año, y que el 0,98% (2 de mil personas/año) de los pacientes presentan muerte súbita. Este tema fue motivo de apasionados intercambios, con posturas enfrentadas y puntos de vista diversos.
Fueron casi diarias las conversaciones que mantuvieron los miembros del Foro. La muerte de Jorge Yanovsky impactó en el seno de ese espacio, pero continuaron los debates. Con lucidez, ese notable médico hacía complejas operaciones matemáticas para demostrar cómo era posible que el sistema de salud hiciera la detección y el seguimiento médico de los pacientes afectados ya que los trabajadores “en blanco” efectuaban sus aportes regularmente al sistema de obra social; por lo tanto, consideraba que invertir no debería ser visto como un gasto sino como una devolución de su propio dinero. Las mismas operaciones matemáticas las usaba Yanovsky para hacer cálculos de mortalidad, basándose en una sesuda lectura de los datos oficiales, aunque jamás eran presentados bajo esa óptica.
“Desaparecieron” 700 mil enfermos de Chagas
Los datos oficiales del Ministerio de Salud de la Nación y del Programa de lucha contra el Chagas reconocían en 1993 una prevalencia de 2 millones trescientos mil infectados por Tripanosoma Cruzi.
En 2009, o sea dieciséis años después, miembros del Programa nacional reconocían oficialmente -en una nota publicada en el Diario La Nación- que existían 1 millón seiscientos mil parasitados, que es la cifra que se acepta aún en 2016, según el Dr. Edgardo Schapachnik.
En los dieciséis años transcurridos entre 1993 y 2009 “desaparecieron” 700 mil pacientes de las cifras oficiales y de las estadísticas. Para este médico solo existen dos hipótesis posibles que podrían explicar este brusco descenso de la prevalencia, que serían la curación o la muerte de los pacientes y agregó que “difícilmente se pueda aceptar la hipótesis de la curación, por lo que debemos aceptar que esta merma de 700 mil casos es debido a la mortalidad». De ese universo acepta que el 70% cursaban la fase de «sin patología demostrada», o sea que 490 mil enfermos han desaparecido de las estadísticas, que significaría 30 mil seiscientos veinticinco por año (30.625 x 16 años = 490.000). El restante 30%, 210 mil pacientes, sostuvo que fallecieron de causas esperables ya que eran portadores de formas avanzadas de la enfermedad.
Siguieron el proceso deductivo y concluyeron que tales pacientes no pueden haber muerto en insuficiencia cardíaca por definición del grupo al que pertenecían. Por lo tanto, entendieron que se impuso la idea de las muertes súbitas como causa de los fallecimientos o por “desaparición” estadística. Concluyeron de esta manera recordando algunos conceptos epidemiológicos (Tasa de mortalidad = Fallecidos / Expuestos = 30.625 / 1.120.000 = 0,027 o sea 2,7% de mortalidad anual 1.120.000 corresponde al 70% del total aceptado de personas cursando la fase crónica de la enfermedad).
Éxito producto de la manipulación
En el intercambio de opiniones y debate surgió que “quizás jamás de los jamases se nos presentaron de esta manera los datos del descenso de la prevalencia que pretendió demostrar los éxitos de los programa de lucha contra el Chagas. Opinaron que quedó demostrada la falacia de las cifras estadísticas y, como boomerang, que el descenso de las cifras aceptadas en 1993 y 2009 encerraba la patética mortalidad de 2,7% anual en el grupo que antes se llamaba “indeterminado. Dijeron que: ¡estamos hablando de una mortalidad casi 3 veces mayor a la que preocupó de 0,98%!”
Otras opiniones
Los que no compartieron esta opinión señalaron que el Chagas crónico, sin patología demostrable, presenta una etapa preclínica, subclínica o inaparente, en las que los pacientes tienen serología positiva para Chagas pero carecen de síntomas clínicos. Su examen físico cardiovascular y los estudios complementarios son normales. Además, el examen del aparato digestivo también es normal.
Por el contrario, los pacientes low-risk de Rassi tienen eco cardiograma anormal; por lo tanto, tienen patología demostrable.
Entonces, el porcentaje propuesto (0,98%) de los pacientes que presentan muerte súbita (2 de mil personas/año) es extrapolación no cercana. Los pacientes con chagas crónico, sin patología demostrable, pueden morir o «desparecer» de enfermedades cardiovasculares, cáncer, accidentes o ser víctimas de violencia, como tercer hipótesis posible. Sin historias clínicas únicas y sin autopsias es imposible demostrar evidencias.
Centro de Estudios e Investigación Social Mandela.
Fuente: : Foro de Enfermedad de Chagas.