Andrés Alcaraz, de la Cámara Aceitera, calificó de «desafortunadas, imprudentes e irresponsables» las declaraciones del dirigente sindical Daniel Yofra, que alertó sobre la posibilidad de que se triplicara el precio del producto.
En diálogo con radio Mitre, el vocero y directivo de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) remarcó que el martes el Gobierno y los empresarios acordaron aumentos del 4% de suba para el aceite de mezcla, y de 6% para el de girasol en agosto.
«Se acordó ayer, a comienzo de la tarde, para tratar de afrontar una situación de distorsión del mercado que produjeron unas desafortunadas, imprudentes e irresponsables afirmaciones de un dirigente sindical de la Federación de Aceiteros», señaló.
Recordó que «días pasados (el gremialista Daniel Yofra) había dicho que a partir de esta semana se habría de triplicar el precio del aceite y esto desató una suerte de psicosis en todo el país, por la cual empezó a haber desabastecimiento, reclamos, porque se esperaba un tipo de precio que no iba a ser».
Aclaró que «también nosotros teníamos previsto y acordado con el Gobierno hacer un ajuste para un segmento de aceites de uso doméstico que son los soja y girasol, la mezcla de soja y girasol en envases de hasta cinco litros a partir del primero de agosto originalmente del 30%».
Explicó que originalmente la idea era «poder salir de un cepo que se había planteado desde el 2008 a instancias de Guillermo Moreno cuando estaba al frente de la secretaría de Comercio Interior».
La idea del entonces secretario es que «hubiera un grupo de aceites a menor precio del de mercado», pero esto «generó distorsiones tan graves que el dinero de una compensación privada se terminó derivando a actividades ilícitas como el contrabando de ese aceite hacia países vecinos como Paraguay, por ejemplo».
Describió que fue la agroexportación la que hacía posible destinar parte del dinero de la exportación a subsidiar los aceites más baratos.
Dijo además que los agroexportadores de harina de soja y harina de girasol, este año, en los primeros siete meses, aportaron a este fondo privado más de 120 millones de dólares con el propósito de que se pudiera mantener un precio relativamente menor al del mercado.
Pero, según lamentó, ese dinero «no llegaba al destinatario, sino que se usaba para financiar actividades ilícitas, además de distorsionar el mercado de la agroexportación».
Respecto de la actitud que ahora tendrá el sector comercial, Alcaraz se mostró confiado en que la «libertad de comercio puede empezar a equilibrar el tema».
«Hubo consumidores que compraron más de la cuenta pensando que se iba a triplicar el precio; ahora no van a comprar, por lo tanto las remarcaciones van a carecer de validación de parte de los consumidores, y esto debería hacer volver para atrás un montón de precios», estimó
«Nos hemos desacostumbrado en la Argentina al libre juego de la oferta y la demanda que fija los precios, por ejemplo del aceite, el 80% del precio del mercado de aceites comestibles se fija por el libre juego de la oferta y la demanda», aseguró.