Juan Ramón Valenzuela sufrió un infarto, en primera instancia lo habrían llevado al Sanatorio Modelo, en el cual le negaron la atención por la obra social del cual era beneficiario. Con este panorama fue derivado al Sanatorio Sarmiento, pero en este no lo quisieron atender aludiendo falta de espacio en el recinto.La esposa de Valenzuela presento una denuncia ante la Unidad de Atención a la Víctima y al Ciudadano, ubicado en avenida 9 de julio 318, con expediente N° 23064/2016-1; en la cual detalla que la noche del jueves 30 de junio, alrededor de las 23, Juan Ramón Valenzuela, un veterano de Malvinas de 54 años de edad. Se descompensó en su casa (ubicada en el barrio 104 Viviendas, de Fontana). Su pareja, Rosa Elena Amador, junto a su hijo (de 15 años) lo subieron en el automóvil y lo llevaron de urgencia para darle atención médica en Resistencia. El cuadro que presentaba era un pre infarto.
Al arribar en la guardia del Sanatorio Modelo, Avenida Sarmiento 184, fueron atendidos por el personal de recepción. El cuadro de desesperación era dramático, Valenzuela –agonizando- pidió que “No lo dejen morir”. El recepcionista manifestó que el sanatorio no atendía la obra social que contaba la familia (Insssep). Ante esta negativa, Rosa Amador pidió que le cobren la consulta debido a la urgencia del caso. El recepcionista nuevamente llamó a la doctora de guardia y tras unos minutos, le informó a la mujer que la doctora estaba ocupada y que se dirigiera al sanatorio que se encontraba por la misma avenida.
Al llegar al Sanatorio Sarmiento (Sarmiento 391)- según relató Rosa Amador en su denuncia- estacionaron y vieron a un grupo de médicos y enfermeros en la vereda. La mujer pidió a gritos “auxilio” y su esposo estaba tendido en el asiento trasero, ya inconsciente. Desesperada, junto a su hijo trataron de bajarlo del vehículo, cuando un enfermero se acercó a la familia diciéndoles que el Sanatorio se encontraba lleno y les indicó que se vayan al Hospital Perrando. La mujer pedía por favor que al menos lo viera un médico. El enfermero ingresó al sanatorio y regresó con un médico de apellido Cabrera quien al ver el cuadro que presentaba el veterano de Malvinas le recomendó a Rosa que no pierda el tiempo y lo lleve al hospital.
El periplo culmino cuando arribaron al Hospital Perrando y en la guardia le dijeron al bajarlo del automóvil que Valenzuela ya se encontraba sin vida.