Leonardo Fariña fue a La Cornisa, programa de Luis Majul, y realizó unas cuantas declaraciones fuertes relacionadas a las causas que lo involucran; el circuito de dinero que funcionarios del kirchnerismo habrían utilizado para lavar dinero de la obra de pública.
Fariña comenzó hablando sobre el ingreso de dinero en valijas a través de vuelos internacionales: «Cristina sabía, De Vido sabía, Echegaray sabía y Sbatella sabía. Todos sabían y todos se hicieron ricos».
«Cristina fue beneficiada del dinero negro de Lázaro Báez, con Hotesur, sin hablar de dinero en efectivo. Desde que el kirchnerismo asumió la partida destinada a Santa Cruz fue del 84% y el 82% adjudicada a empresas de Lázaro Báez. Muchísimas no se terminaron» aseguró Fariña.
Fariña pegó duro mostrando el supuesto funcionamiento de «la ruta del dinero K»; «armaban empresas fantasmas para cobrar» y los certificados eran firmados por «la AFIP (de Ricardo Echegaray) y otro la secretaría».
¿Las claves de la transportación? Fariña lo dijo claro: «¿Quién maneja la Aduana de los aeropuertos? La AFIP, porque la Aduana es la AFIP». ¿Y cuánto puede llegar a traer? «Lo que me pidan. Han llegado a traer de un solo saque 10 millones de dólares en un avión».
Luego prosiguió: «Después había empresas satelitales que no tenían ni sede. Las obras no se terminaban pero no es casualidad. Intencionalmente se cobraba el adelanto y no se hacía. Lo más importante es que estaba a la vista. Ibas por una ruta y se transformaba en tierra. Los agentes de control de viabilidad, que firmaban la certificación, ¿qué hacían? ¿Firmaban lo que no existía? Eso se llama encubrimiento contra el pago de algo, cohecho».
El valijero estimó que en los gobiernos kirchneristas hubo «un 65 por ciento de sobreprecios» en la obra pública y calculó que con el dinero que se abonó a Báez para los trabajos de la ruta nacional 3 «te hacías cuatro o cinco veces» esa carretera.
Además, recordó, «a cargo de la Sindicatura General de la Nación» estaba «la esposa de De Vido», Alejandra Miniccelli. «Yo, ministro de Planificación, armo las licitaciones y quien me tiene que controlar cada vez que voy a casa me hace de comer», expresó.