El medio de comunicación, recientemente recuperado por sus trabajadores tras el vaciamiento de empresarios, fue atacado anoche por una patota que irrumpió en el inmueble donde funciona el diario.
Desde distintas organizaciones de derechos humanos, sindicatos, partidos políticos, colegas y la comunidad en general se solidarizaron con los trabajadores afectados y expresaron el repudio ante una situación de extrema gravedad.
Cabe recordar que anoche, cerca del final del día, una patota comandada por Mariano Martínez Rojas ocupó el edificio donde está la redacción del medio gráfico Tiempo Argentino -y también Radio América- y destrozó elementos de trabajo y recursos con los que contaban los trabajadores luego de formar una cooperativa para que el diario no desaparezca.
Los mismos trabajadores fueron los que identificaron al empresario Martínez Rojas, quien se había hecho con la empresa tras comprarla a Matías Garfunkel y Sergio Szpolski en medio de denuncias por vaciamiento y con cientos de trabajadores en la calle por varios meses. Luego, el flamante ‘nuevo’ dueño terminaría abandonando el emprendimiento al no considerarlo rentable.
«Martínez Rojas entró a la fuerza junto con una patota de alrededor de veinte personas, atacó a tres trabajadores y destruyó instrumentos clave para el funcionamiento de la redacción, con el claro objetivo de impedir la salida del diario y el lanzamiento de la web», explicaron los trabajadores en un comunicado oficial.
«Luego de que los trabajadores de Tiempo Argentino y radio América lograran ingresar al edificio por un portón alternativo, efectivos policiales intercedieron ante la patota, liderada por Mariano Martínez Rojas, quien a fines de enero se autoproclamó como nuevo dueño de las sociedades que administraban Tiempo Argentino y Radio América, aunque nunca pagó los sueldos ni se hizo cargo de su presunta responsabilidad», comentaron profundizando más la exposición de los hechos.
En ese sentido, el comunicado detalló que «Martínez Rojas amenazó a los trabajadores de Tiempo ante la presencia policial. A pesar de haber golpeado a trabajadores, destrozado las instalaciones y forzado cerraduras para remover papeles pertenecientes a la cooperativa Por Más Tiempo, la fiscal ordenó la liberación de los atacantes, quienes insólitamente fueron escoltados por la policía hacia el exterior del edificio».
Finalmente, los cooperativistas enviaron al Gobierno Nacional, como exigencia, que vele por la integridad física de todos los trabajadores del diario. Mientras que a la Justicia, por su parte, solicitaron que avance sobre los responsables de lo que consideran un «brutal ataque a la libertad de expresión».
Por último, recordaron las sospechsas que recaen sobre los empresarios Garfunkel y Szpolski, a quienes quieren que se siga investigando.