Llegamos al segundo semestre, donde nos prometieron que todo cambiaría, pero la realidad en la actividad económica no es nada alentadora.
A los tarifazos, al descontento en general y a los despidos tenemos que sumarle una caída brutal del consumo, producto de las medidas y ajustes efectuados tanto por el gobierno nacional.
La proyección de los datos que maneja el presidente Mauricio Macri para la mitad del año que se inicia hoy son más modestos que los originales. El objetivo central es lograr una inflación mensual de menos de 2%.
El presidente dice que el blanqueo que se aprobó anteanoche puede generar unos 35.000 millones de dólares, que sumados a los 15.000 millones de pesos mensuales en obra pública que están empezando a motorizar van a generar un flujo de dinero dinamizador.
También hay muchas expectativas puestas en la reactivación del campo, que prometió un incremento de la cosecha de entre el 30 y el 40%.
Admite también que la «lluvia de dólares» que habían previsto en inversiones está demorada. Así que ahora nos prometen una mejora para fin de año o principios del 2017: «Espero que para fin de año se vea un flujo de inversiones consolidadas», expresa casi como un deseo el presidente.
«En el segundo semestre vamos a empezar a ver síntomas de reactivación. El crecimiento sostenido será para el próximo año».
Aquí un resumen de los primeros seis meses:
- salida del cepo
- aumento del piso de Ganancias
- ampliación de la Asignación Universal por Hijo
- devaluación
- aumento de tarifas,
- quita de subsidios
- la triple fuga
- la ley antidespidos
- la fallida reunión con el Papa
- el decreto para nombrar a los jueces de la Corte Suprema
- la recaptura de los hermanos Lanatta y Schillaci
- la detención de Pérez Corradi
- las mayorías obtenidas para votar en el Congreso el acuerdo con los holdouts
- el blanqueo
- la reinserción internacional