La práctica se ha vuelto muy popular en las fiestas europeas, pero ha generado mucha polémica en el viejo continente.Aunque parezca una locura, los jóvenes europeos no solo disfrutan del chocolate comiéndolo. Ahora, molido en polvo, pasa a ser aspirado en vez de saboreado. La tendencia se puso de moda en algunas fiestas alternativas de Alemania y el norte de Europa. Una de las más conocidas es Lucid, de Alchemy Eros, una «emotiva, lúdica y dinámica» fiesta que se realiza un domingo al mes en Berlín donde sus asistentes bailan hasta que amanece con un solo estimulante: el chocolate.
La moda nació de uno de los principales chocolateros del mundo, el belga Dominique Persoone quien en 2007 diseñó un aparato para aspirar chocolate como comúnmente se aspiran drogas duras como la cocaína. Desde entonces ha vendido más de 25.000 unidades de la máquina, según datos de su empresa “The Chocolate Line”. Luego de varios intentos llegó a una mezcla en polvo de cacao con menta y jengibre, la que se pone en el aparato, con dos cucharas que se sostienen cerca de la nariz y al apretar un botón lanzan el polvo por el orificio nasal.
Efectos y ¿peligros?
El cacao provoca una inyección de endorfinas al sistema circulatorio, que puede derivar en euforia. También contiene altas cantidades de magnesio, lo que relaja los músculos y flavonoides, que mejoran la circulación y la función cognitiva, según una revista de origen americana.
En cuanto al peligro o no de la práctica, el médico psiquiatra Andrés Herane argumento: «Los efectos de esnifar chocolate no han sido estudiados», dando a entender que esto no quiere decir que no sea peligroso; sosteniendo que el chocolate contiene muchas propiedades que lo hacen una sustancia adictiva.