La fiesta se realizó por tercer año consecutivo, pese a las quejas de los vecinos del exclusivo vecindario de Surrey, en el Reino Unido, los invitados llegan en auto y camionetas de última generación, mientras que el valor de la entrada es de 100 dólares.
Todo ocurrió en una mansión del exclusivo vecindario de Surrey, en el Reino Unido, durante «la fiesta de la piscina». Allí, los acaudalados asistentes salieron despavoridos al escuchar varios disparos. Un joven falleció y otras personas resultaron heridas.
Lamentablemente, en la última celebración swinger que se desarrolló en la noche del pasado domingo en una propiedad valuada en 1.300.000 dólares de Church Lane, Headley, Surrey, un hombre resultó asesinado y varios fueron heridos, mientras la policía intenta determinar qué fue lo que ocurrió.
La víctima, de 30 años, fue encontrada inconsciente por los oficiales de policía que se acercaron con patrulleros, ambulancias y hasta helicópteros a la mansión, aunque no pudieron llegar a trasladarlo al centro médico, falleciendo en la vivienda.
En el escandalo, uno de los testigos que se vio impactado por lo ocurrido indicó que al oir los disparos creyó que se trataba de un atentado. “Creímos que se trataba de un ataque terrorista o algo similar porque la Casa de Gobierno de Headley está a la vuelta”, subrayó Harry Higgs.
Al mismo tiempo, varios vecinos dieron aviso a la policía y tras los incidentes, los testigos aseguraron que algunas camionetas 4×4 Land Rover y otros autos de alta gama salieron rapidamente del lugar.
“Podías ver personas saliendo de la propiedad cubiertas con mantas y obviamente angustiados de manera extrema. Vi a una joven en completo shock. Era un caos, había policía por todos lados, oficiales armados, un helicóptero sobrevolando, todo el vecindario conmovido esta mañana”, indicó un vecino a medios locales.
Por su parte, la policía de Surrey comenzó un gran operativo para capturar a los sospechosos de haber asesinado a una persona y herido a otras mediante disparos de arma de fuego.
Una vecina estaba muy disgustada al encontrar un preservativo y un pañuelo lleno de sangre en la acera. «Este es el tercer año que hicieron una fiesta sexual salvaje. Es ridículo», enfatizó.
Por último, cabe destacar que la fiesta fue promocionada durante varios días por redes sociales. La tarjeta de invitación indicaba el lugar, y recordaba que se trataba de la tercera de esas celebraciones, la cual era calificada como una Pool Party, un eufemismo conocido entre los concurrentes.