Por el momento, miembros del gobierno y demás autoridades públicas calificaron al hecho como «un acto violento atroz» (así calificado desde el Ministerio del Interior) o «un acto horrible e incomprensible», según el ministro de Justicia, Heiko Maas. La policía informó de madrugada de que solo hubo un atacante, que mató a nueve personas y dejó a 16 heridas antes de suicidarse.
El autor es un joven de 18 años con doble nacionalidad alemana e iraní procedente de Múnich, según anunció el jefe de la policía de la capital bávara en una rueda de prensa a las dos de la madrugada, en la que admitió que los motivos del ataque no estaban nada claros. Esta misma semana, el Estado de Baviera había sufrido un atentado islamista cuando un refugiado afgano de 17 años atacó con un hacha a varios pasajeros de un tren regional.
El atacante empezó el tiroteo en un restaurante de la cadena McDonald’s en Múnich, y posteriormente se desplazó a un centro comercial que se encontraba enfrente, próximo al parque olímpico.
Al principio se habló de tres agresores que se habrían dado la fuga a través una boca de metro, lo que provocó un impresionante despliegue policial para tratar de encontrar a los responsables de la matanza. En una muestra de la desesperación ante las dificultades para dar con los terroristas, la policía, que movilizó a 2.300 agentes, pidió a los ciudadanos que abandonaran los espacios públicos.
La canciller alemana, Angela Merkel, informará sobre la actual situación que se vive en Alemania luego del ataque perpetrado en Múnich. Las declaraciones se realizarán en la sede de la Cancillería, en Berlín, luego de presidir una reunión del Consejo de Seguridad en la que también participarán el jefe de Gabinete del Ejecutivo germano, Peter Altmaier; el vicencanciller, Sigmar Gabriel y los ministros de Interior, Exteriores, Defensa, Justicia y Transporte.
Previo al encuentro del Consejo de Seguridad, el ministro del Interior se reunirá con los principales organismos que custodian la seguridad del país.