La pequeña había sido secuestrada en 2015 en la zona sur de Resistencia, donde fue subida a un auto cuando volvía de comprar en un kiosco. La menor terminó apareciendo con vida casi un día después. El caso conmovió a la capital chaqueña.
Uno de los casos de mayor magnitud, en lo que respecta a secuestros o desapariciones, fue el de Milagros Robledo en 2015, una menor de seis años en aquel momento que fue subida a un auto por una mujer en el barrio 17 de Octubre de Resistencia.
El hecho sucedió puntualmente un 17 de julio, en la zona sur de la capital chaqueña, donde se domicilia la abuela de la niña. Aquella vez, en pleno invierno, la menor salió a comprar algunas cosas a un kiosco de la zona junto a uno de sus primos, pero no volvió a la vivienda donde estaba parando. Según relató posteriormente el menor que la acompañaba, una mujer se la había llevado en un auto. Allí comenzaron horas eternas para la familia y para toda la comunidad, que vivió como propia la dramática historia.
Finalmente la niña apareció. Lejos de su hogar, pero con vida. La habían dejado en inmediaciones del vivero municipal, en las afueras de Resistencia, y fue encontrada gracias a un llamado que alertó sobre la presencia de una pequeña, sola, en dicho lugar.
Ha pasado ya un año de aquel suceso que conmocionó a la opinión pública, pero de culpables y/o responsables nada se sabe todavía. Así lo confirmó la Justicia chaqueña, al asegurar que la causa sigue abierta y que no se descarta hasta el momento ninguna hipótesis sobre lo sucedido.
Mucho se habló de ajuste de cuentas o de venganza, pero en concreto nada fue comprobado.
El procurador adjunto Miguel Fonteina habló sobre la causa y expresó: «luego de dar intervención a todos los organismos por el tema de la salud de la pequeña, la investigación sigue abierta y con las directivas para individualizar y detener a los sujetos que en ese momento se apropiaron de la pequeña».
En ese sentido, amplió diciendo que «existen determinados elementos que el fiscal tiene resguardados porque hacen a la base de la investigación».
Finalmente, sentenció: «pasó un año y todas las cuestiones de la recuperación y protección de la niña, y ninguna línea se ha cerrado y toda las vías continúan abiertas para terminar con la identificación y detención de los autores».