El fenómeno comenzó el viernes y todavía no pueden contenerlo. Más de cien familias tuvieron que ser evacuadas y no descartan que el número aumente. Muchos animales también sufren las consecuencias del fuego.
El incendio inició en los alrededores de una zona conocida como Santa Clarita, distante a unos 65 kilómetros de Los Ángeles (California, Estados Unidos). Actualmente ya son 80 kilómetros cuadrados los desvatados por el fuego.
Según informaciones de las autoridades locales, más de cien familias tuvieron que ser reubicadas por el riesgo que representa el fenómeno y alrededor de 1.500 casas están amenazadas por su ubicación. Igualmente, aclararon que el número podría llegar a crecer, dependiendo las condiciones climáticas y hacia a donde avance el fuego.
Casi un millar de bomberos trabajan en la zona para poder controlar el incendio, pero la tarea se torna cada vez más difícil y solamente un 10% del área pudo ser controlada.
Los animales también son víctimas de la situación, ya que en los alrededores del incendio existe una reserva natural de animales exóticos, los cuales tuvieron que ser evacuados.
Por estos días rige una alerta sanitaria, por decisión del gobierno, advirtiendo a los ciudadanos sobre la mala calidad del aire como consecuencia del fuego.
La expansión del fuego se ha visto favorecida por las altas temperaturas estivales (en torno a 42 grados Celsius) y por los últimos cinco años continuos de sequía que sufrió California.