Es necesario que pase una tragedia para que los organismos reaccionen ante situaciones que, supuestamente, están controladas. En este caso el incendio del barrio Santa Inés movilizó al gobierno provincial y municipal a brindar ayuda a los damnificados. Claro que hubiese sido mucho mejor trabajar para que lo mismo no suceda.
* De la redacción
Ahora, el municipio anunció que ejercerá “el poder de policía” para controlar las construcciones en los barrios, a efectos de evitar nuevos casos. Gran medida, pero costará explicar a los dueños de las viviendas que se incendiaron que la medida llega en el momento justo.
Los barrios, olvidados
La necesidad habitacional en la provincia del Chaco, y fundamentalmente en Resistencia, es impresionante. Es así que, incluso, cuesta alquilar inmuebles debido a la demanda existente.
En esa inteligencia, resulta muy fuera de lugar el informe brindado por el gobierno provincial al defensor del Pueblo acerca que las 600 viviendas que se iban a construir en el Parque Caraguatá no se llevarán a cabo.
Resulta entonces, también, fuera de lugar que el municipio recién ahora anuncie que va a controlar las construcciones en los barrios como el Santa Inés (hubo un caso similar en el barrio San Cayetano ampliación y hace una semana no pasó lo mismo en el barrio España sólo por intervención de los vecinos); ya que es totalmente evidente que la comuna debe ejercer ese poder de policía siempre.
Con buen tino, Capitanich asegura que “El municipio intervendrá con su poder de policía porque el marco regulatorio (de las construcciones) impide estrictamente obstaculizar accesos”, otra vez tarde.
Responsables Directos
Pero no deben pasar inadvertidos aquellos vecinos que construyeron en lugares prohibidos, ya que son responsables de la magnitud que toman estos incendios. Claro, no tienen responsabilidad en el origen del incendio, pero si en la propagación del mismo.
Son muchos los factores que hacen que en los barrios se construya en cualquier lugar, donde prácticamente no existen los espacios verdes por culpa de vecinos irrespetuosos que se adjudican espacios que no les corresponde (incluso, construyen garajes y cobran alquiler del mismo, apoderándose de ese espacio del terreno); pero el municipio no escapa a esa responsabilidad, ya que son los únicos que pueden hacer algo para hacer deponer de esas acciones a los infractores.
Seguramente, los gobiernos colaborarán para que las familias recuperen lo material, pero el miedo de que eso suceda nuevamente no se lo saca nadie. Y, si la provincia y el municipio no toma cartas en el asunto, esta tragedia se va a replicar en alguno de los barrios de la capital chaqueña.