Trabajadores de SENASA de la Regional Chaco Formosa nucleados en la Asociación Trabajadores del Estado expresaron su preocupación dado que desde el 4 de julio el regional cerró las barreras de control ubicadas en los límites con las provincias de Santiago del Estero (Ruta 89, Gancedo) y Santa Fe (Ruta 95, Santa Sylvina).
De este modo, hace más de un mes que SENASA no tiene presencia en esos lugares, retirándose el Estado Nacional de las políticas el control y fiscalización de la sanidad animal, protección vegetal, inocuidad y calidad agro-alimentaria y productos agroquímicos. Incluyendo los programas “Picudo Algodonero”, “HLB” (plaga de los cítricos) “Garrapatas”, entre otros; todos programas muy importantes para nuestra región.
Las barreras actúan como primer filtro, siendo de vital importancia para la región. Con el objetivo de vigilar el cumplimiento de las normas, teniendo el fin de evitar la propagación de plagas y enfermedades, las cuales pueden provocar cuantiosas pérdidas económicas a la agricultura y ganadería, y generar enfermedades a la población.
Se estima que la ruta 95 sirve para el movimiento del 50% de la producción de la provincia del Chaco, siendo esta vía un punto estratégico de control. La falta de control por parte del organismo nacional deja además el camino libre para el comercio inescrupuloso e ilegal.
“No sabemos qué llevé a esta determinación de la regional, en base a qué, o por qué se llegó a la medida de cerrar las barreras. Lo único que queda al descubierto es que, hasta la fecha, las rutas se encuentran sin control de parte del organismo, incumpliéndose con resoluciones. Que los compañeros de las barreras cerradas se encuentran sin funciones, que a la fecha no han sido reubicados”, explicaron los trabajadores del organismo nucleados en ATE.
Y expresaron gran preocupación “debido a que organismo dio el OK para que los productores puedan emitir documentación SENASA desde sus ordenadores particulares, llegando a la conclusión que: Sin barreras y con la posibilidad de que cualquiera emita documentación” se está defuncionalizando al SENASA”.
A esta grave situación general se suma “la inquietud de los compañeros, los cuales aún no han sido reubicados; la Dirección Regional comunicó que tiene la intención de enviarlos a 400 km. del lugar donde desempeñaban sus funciones hace más de 10 años, sin reconocerles los gastos que implica y en lugares que no cumplen los mínimos estándares de seguridad e higiene laboral”.
