Daniela Gimenez, la chaqueña que buscará traerse de Río una medalla olímpica

Deportes

Después de la cosecha que consiguieron Paula Pareto, Juan Martín Del Potro, los Leones, Santiago Lange y Cecilia Carranza, llegó el turno de los paralímpicos. Daniela Giménez, una de las nadadoras que representará al país en Río de Janeiro y con una historia de película. 

Su amor por el agua comenzó desde su infancia. «Empecé a los 5 años, pero probé en todos los deportes que te puedas imaginar», dijo con una sonrisa la chaqueña sin omitir detalles de su recuerdo: «Lo que me llevó a la natación fue el grupo de amigos, con ellos organizábamos viajes y me comentaron que existían los Juegos Paralímpicos. Me acuerdo que en un torneo se me acercó una profe de Santa Fe que trabajaba con la Selección y me invitó a participar». Ahí empezó la aventura.

Sus orígenes se remontan a Resistencia, una ciudad de casi 300.000 habitantes que no posee el desarrollo para la alta competencia en su disciplina. «Yo soy bastante desarraigada. De muy chica me fui de casa, porque a los 17 me fui a Corrientes. Fue cruzar el charco y la natación completó lo que me faltaba. Nunca sentí el sacrificio de estar lejos de mi familia y mis amigas», explicó la joven que tuvo que buscar su destino en otros horizontes.

La nadadora participará en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro
La nadadora participará en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro
La experiencia alejada de su hogar no representó ningún problema para Daniela. Incluso se animó a cambiar de continente por amor. Fue después de los Juegos Paralímpicos del 2012, cuando atravesó otro charco más grande. «Estuve un año en Australia, porque me puse de novia con un deportista que había conocido en Londres. Era un nadador que justo se retiraba ahí y en enero empezamos a hablar por Facebook», relató la deportista y continuó: «Después de varias visitas que hizo a la Argentina yo decidí irme para allá, porque para mí es lo mismo entrenar acá, en La Quiaca o el Congo Belga».

Oceanía no fue la tierra prometida. A pesar del romance, el cambio cultural no le permitió una buena adaptación y su regreso fue inevitable. «No me gustó vivir ahí. Yo soy muy argenta, me gusta estar con mis amigos, la familia y los domingos me faltaba algo… no podía comer un buen asado, ellos tenían una parrilla montada con unas salchichas compradas del supermercado que eran un horror (risas). Como no me adapté y él no barajaba la opción de venir acá, tuvimos que terminar», confesó.

Más allá de sus vivencias en el país lejano, su corazón volvió a tener dueño. «Desde febrero estoy de novia con un chico que se dedica al hockey, y como a él le salió la posibilidad de ir a jugar a otro país no me podrá acompañar a Brasil. El 6 de septiembre se va para Bélgica y va a estar ahí unos meses», dijo con orgullo la joven que prefiere mantener los pies sobre la tierra para no encandilarse con el brillo de las 5 medallas que logró en Toronto.

La chaqueña en acción, entrenando para la cita olímpica de Brasil
La chaqueña en acción, entrenando para la cita olímpica de Brasil
«Hay que ser realista. La competitividad de un Panamericano no es la misma que en un Juego Olímpico. Además, en mi categoría están las mejores de Europa. En Canadá logré esos resultados con las mejores marcas de mi vida y ahora voy a intentar repetirlas. Si se da el podio seré muy feliz, pero entre la primera y la octava hay menos de un segundo de diferencia, lo que implica que medio error te deja afuera de la carrera», explicó la nadadora que mantiene sus objetivos claros: «Mi idea no es presionarme con la del podio. Si me prendo fuego la cabeza pensando en la medalla voy a perder el foco».

A diferencia de lo que le pasó a Virginia Bardach, quien logró su mejor actuación en los 200 metros libres (ubicada vigesimosexta), Giménez se animó a comparar su presente con el de la cordobesa. «Vicky es mi amiga y ella vive de distinta manera las competencias. A mí me gusta mucho y ella se pone muy nerviosa. Por suerte tuvo el apoyo de su familia que le sirvió un montón. Además, fue su primera experiencia olímpica y para mí es la tercera vez que voy a un Juego, por lo que me encuentran más canchera», deslizó.

Daniela Giménez en la producción de la revista de ESPN
Daniela Giménez en la producción de la revista de ESPN
A pesar de sus 24 años, ella se animó a vivir experiencias que la enorgullecen. Nadar en las piscinas olímpicas, subirse a los podios en Norteamérica ó mudarse a Australia por amor significan algunos ejemplos, pero el más destacado fue la producción hot que hizo para la revista de ESPN.

«Lo disfruté mucho. Al principio cuando me lo propusieron dije que sí sin dudarlo, pero cuando llegó el momento me quería morir ¿Qué hacía yo ahí? (risas). Fue divertido, todos trabajaron de una forma muy profesional y me sentí muy cómoda. Además, las fotos salieron geniales», concluyó.

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