La evolución de las financiaciones bancarias son clave para cualquier recuperación del nivel de actividad económica. Las tasas activas en pesos siguen por encima del 45% anual promedio sobre todo para préstamos personales y financiaciones vía tarjetas de crédito. Aún no ha impactado en el costo de financiamiento la baja de los rendimientos de las Lebac. A esto se suma que el nivel de actividad sigue estancado en los principales sectores económicos, con algunas excepciones como toda operatoria vinculada con el agro.
En lo que va de agosto el stock de préstamos privados en pesos acusa un leve crecimiento del $ 1.816 millones, llegando a un total de $ 788.936 al 10 de agosto, según los últimos datos del BCRA.
Desde diciembre pasado comenzó la desaceleración del crédito privado. Ese mes creció $34.514 millones. A partir de ahí el fuerte ajuste monetario implicó el derrumbe del crédito privado, incluso con meses de caída, como el primer bimestre. En marzo crecía a razón del 31,8% interanual, un mes después lo hizo al 29,8%, en mayo al 28,9% y en junio apenas creció un 26,6% y el mes pasado un 24,2% interanual. En los primeros días de agosto se perfila un crecimiento interanual de sólo un 22%.
La caída en términos reales es importante y refleja el estancamiento del nivel de actividad.
Al tomar los cierres mensuales el stock de préstamos privados en pesos tuvo una resurrección en junio para luego derrumbarse en julio.
En lo que va de agosto lo mejor pasa por los créditos Personales que avanzan un 3,35% (unos $4.741 millones) seguidos por Prendarios con 2,4% ($ 851 millones) y Adelantos en cuenta corriente con un 1,92% interanual (unos $1.590 millones) y bien detrás por Documentos con un 0,6% ($955 millones). El resto de las líneas acusan retrocesos del 2,42% en el caso de Tarjetas (-$3.314 millones), lo cual denota el agotamiento de la capacidad de financiamiento de las familias recurriendo al consumo vía plásticos; mientras que los Otros caen más de $3.000 millones. Por el lado de los Hipotecarios los datos siguen mostrando estancamiento más allá de algún repunte marginal de la mano de los nuevos créditos indexados.
Así, el saldo promedio mensual del stock de préstamos apenas crece $1.816 millones mientras que frente al cierre de fin de julio cae $6.476 millones.
Lo único que logra compensar semejante sequía financiera son los préstamos en dólares. Desde enero revivieron pero gracias a las flexibilizaciones normativas del BCRA a partir de abril comenzaron a crecer en forma significativa a razón de unos $ 10.000 millones mensuales. De modo que más que compensan la apatía de las financiaciones en pesos.
En los últimos dos meses los préstamos privados en dólares crecieron a razón del 37% y un 49% interanual respectivamente.
Vale señalar que no todas las empresas pueden beneficiarse de esta mayor capacidad prestable en dólares del sistema financiero. El BCRA amplió el abaníco de potenciales tomadores más allá de las empresas exportadoras, sino también a aquellas que tuvieran ingresos o alguna línea en moneda extranjera no precisamente vinculado a la exportación.
Al respecto el sistema financiero muestra una importante recuperación de las líneas financieras que crecen más del 17% en lo que va del año a más de u$s1.100 millones mientras que las comerciales caen más del 34% a menos de u$s 450 millones.
Fuente: Ámbito Financiero.-