El Gobierno anunció este lunes que estudia implementar la llamada «Ley de Góndolas», una iniciativa que se aplicó en Ecuador con el objetivo de desacelerar la suba de precios y fomentar las economías regionales.
«Hay una idea hace rato de copiar una ley de Ecuador, la Ley de Góndolas, para darle cabida a los productos de economías regionales y de pymes para instaurar la competencia», señaló en declaraciones a radio La Red el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay.
«El empresario argentino pide competencia, pero no en su sector y eso es lo que tenemos que cambiar», advirtió Prat Gay.
La medida denomnada «Ley de Góndolas» establece que los grandes supermercados deberán ofrecer en al menos el 20% del total de sus instalaciones productos de pequeñas y medianas empresas (pymes) y del interior del país.
El titular de Hacienda reiteró que «lo que se debe hacer» es alentar la competencia y sancionar con medidas las subas de precios desmedidas. Esto lo «discutimos con (el Ministerio de) Producción», indicó.
En cuanto al índice de precios, admitió que «va a subir en octubre», cuando se formalice la suba la tarifa de gas, «pero lo importante es la tendencia».
El ministro reiteró que «la inflación es un animal difícil de estimar, porque los números del Indec empezaron recién en junio: tenemos datos de distintas provincias, sabemos que va a ser más alta en la Ciudad de Buenos Aires, dependiendo de lo que pase con el aumento de tarifas», que se concentran en ese distrito.
La inflación de Córdoba, puntualizó Prat Gay, rondará el 25% anual y en San Luis «un poco más», pero «este es un año de transición» y «lo importante es que está bajando muy fuerte».
El aumento de tarifas, añadió el titular de Hacienda y Finanzas, «se retrotraerá al momento en que la Corte Suprema emitió su fallo, el 18 de agosto, y eso va a restar casi un punto a la inflación, sobre todo en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires».
«Aún sacando eso, la inflación de agosto apuntaba a menos de 1% mensual, que es el índice más bajo en diez años: estamos consiguiendo lo que dijimos, que era bajar la inflación en el segundo semestre», enfatizó.
«En el último mes -evaluó Prat Gay- se moderó fuertemente el aumento de precios de los alimentos, lo cual se vería con más claridad si los institutos de estadística pudieran captar las promociones en los supermercados».
Por su parte, Prat Gay resaltó que la inflación «ya no es un tema, cuando hace dos meses era la única preocupación», y rechazó que el costo de vida de este año cierre en 45%: «no sabemos cuánto, pero seguro no 45%, ni aún en el distrito con mayor impacto de tarifas».
«En el primer semestre aumentaron más los precios que los salarios, no se pudo evitar. Se tendría que haber hecho un acuerdo social que no se pudo; creo que van a estar dadas las condiciones a principios del año que viene», adelantó el funcionario.
La mesa de diálogo, agregó, «se debe hacer porque es la manera de evitar costos» y «los propios empresarios entendieron que cubrirse fue dañino para ellos».
«Algunos -graficó- se pasaron de rosca con los aumentos y ahora venden menos», por eso «la idea de armar un acuerdo social era para evitar que sucediera esto».
El ministro aseguró que «después del cierre de las paritarias y la baja de la inflación, que ya es palpable, mejoran las cosas». «No creo -se sinceró Prat Gay- que la gente esté mejor, pero estaría peor si no cambiábamos el rumbo: hay una gran mayoría de la gente que aún estando peor entiende que esto debía hacerse».