Las primeras versiones del hecho daban cuenta de la hipótesis de un «arrepentido» entre los delincuentes, tras encontrar en el patio de una vivienda de la localidad de Castelli, una bolsa con 660.000 pesos y 20.000 dólares, más una nota diciendo «entreguen a la policía».
Sin embargo con el correr de las horas, trascendió que se trataba sólo de un tercio de lo robado, y que el dinero no pertenecía al policía sino a su hermano de profesión martillero, quien había realizado una transacción, por el cual habría recibido la suma de un poco más de 600.000 pesos y 40.000 dólares.
A raíz de esto, los investigadores manejan una nueva hipótesis: es que se trataría de 3 delincuentes que se repartieron el botín, uno de los cuales se habría «arrepentido», tirando su parte de lo robado en la vivienda donde fue encontrada la bolsa, que contenía 286.000 pesos, de los cuales 56.000 están operables -o utilizables-, y el resto parcialmente quemado. También había 20.000 dólares.
Se sabe que muy pocas personas sabían que este policía tenía el dinero en su casa, y que fueron varios los autores del robo – probablemente 3 -, tomando fuerza la idea de «un arrepentido» que decidió devolver su parte del botín, aunque no hay explicación para la quema parcial de los billetes.