El pequeño tiene 5 años y encontró el dinero en una vereda del Barrio Obrero de la ciudad termal, donde reside su abuela. Mientras jugaba en la vía pública observó una billetera, la recogió y se dirigió a un kiosco donde ubicó a la propietaria.
Casos como el descrito antes no deberían, para nada, llamar la atención. Pero lo hace. Lo hace porque, seguramente, no todas las personas obrarían como el niño chaqueño que devolvió en la mañana de ayer más de mil pesos que habían en una billetera extraviada.
El niño se encontraba jugando en la vereda de la casa de su abuela, en el Barrio Obrero de Presidencia Roque Sáenz Peña. En un determinado momento advirtió que, a pocos metros de distancia, había un objeto similar a un monedero o billetera. El chico no dudó en agarrarlo y descubrió que adentro había una abultada suma de dinero para lo que cualquier menor está acostumbrado.
Lejos de quedárselo para él, se acercó a un comercio de las inmediaciones, un kiosco para ser más precisos, y preguntó si alguna de las personas que allí se encontraban había perdido su billetera. Inmediatamente, una mujer le comentó que ella estaba buscando su dinero, porque lo había perdido, y efectivamente era la dueña de la plata.
Posteriormente, se supo que el menor expresó: «Aquí tiene señora, la encontré en la vereda, y pensé que podía necesitar la plata».