«Hoy hubo una amenaza, planteando que iban a poner una bomba si no se pagaba un millón de dólares», admitió la funcionaria durante una conferencia de prensa vinculada a la violencia en el fútbol.
Casa de Gobierno no fue desalojada ante la intimación, aunque se estrechó el cerco de seguridad en torno al edificio que provee la Policía Federal.
La ministra amplió que «se tomaron los protocolos del caso y se va a investigar» el episodio, que en principio fue desmentido por los canales oficiales pero que la misma ministra se ocupó de confirmar.
El 14 de julio pasado, Casa Rosada recibió una amenaza similar, aunque en esa ocasión no hubo pedido de rescate pero se repitió el protocolo de controlar los accesos y «peinar» el edificio con personal policial especializado y perros.
En aquella oportunidad, el gobierno decidió no comunicar la circunstancia para no alentar nuevas amenazas con la difusión. En esta oportunidad, y en el marco de la agresión en Mar del Plata al presidente Mauricio Macri y a la gobernadora María Eugenia Vidal, Bullrich decidió comunicar la amenaza.