Dos espectadores, uno de ellos con camiseta del seleccionado argentino, se enfrentaron a golpes en una de las plateas del Estadio Olímpico de Tenis. Fue cuando el partido entre Juan Martín del Potro y el portugués Joao Sousa recién se iniciaba y el marcador estaba 1-1. De inmediato intervino la policía y separaron a los asistentes, que tuvieron que dejar el lugar.
Fue el único incidente en el contexto de un permanente griterío a favor del portugués y de un ambiente bastante hostil contra Del Potro, que dejó al torneo sin el número uno.