El cementerio «Juan XXIII» de la ciudad «Termal» fue foco de denuncia esta semana por parte de una familia que expuso su malestar por el traslado «sin autorización» de los restos óseos de un difunto hacia el osario. La hija fue más allá y aseguró que «Roban las placas, sacan los muertos y vuelven a vender las tierras».
Silvia Calderón infirmó que los restos de su padre no se encontraba en el lugar donde había sido depositado hace ocho años, y que incluso en el área administrativa no supieron darle información precisa sobre lo sucedido. Según dijo, en ocasión de conmemorarse el Día del Padre aún estaba, pero ahora ese lugar está ocupado por otro ataúd.
“Es una situación muy penosa para toda la familia” relató la mujer, para detallar que “mi madre fue al cementerio y se encontró que donde estaba enterrado mi padre ahora estaba otra persona. Ante esta situación precisó que “me hice presente con una escribana para que constate lo sucedido, porque a mi madre nunca la notificaron sobre el traslado del cuerpo”.
Según la denunciante, del lugar sacaron los restos sin notificar a la familia e incluso no supieron darle explicaciones sobre la placa de bronce que se encontraba en dicho lugar “con el nombre y la fotografía de él”.
“Esto me lleva a pensar que me lo robaron, que sacan los muertos, los tiran y venden las tierras” expuso visiblemente molesta, para asegurar que “cuando fuimos el Día del Padre (el 19 de junio) estaba, pero ahora dicen que lo sacaron hace dos años”.
Finalmente, Silvia Calderón adelantó que “seguiré hasta las últimas consecuencias, porque sacan a los difuntos de familiares que viven en el campo, de gente sin recursos que no se pone al día con el pago, pero antes deberían intimar. No pueden tirar los muertos porque se les ocurre y sin previo aviso”, dijo.
