Las chicas de saltos ornamentales venían con un gran antecedente que incluía una reciente medalla de plata en los Juegos Panamericanos de Toronto del año pasado.
Los Juegos Olímpicos de Río ya dejaron decenas de historias de victorias heroicas, derrotas y demás. Ahroa, se supo que las brasileñas Giovanna Pedroso e Ingrid Oliveira tuvieron un problema de convivencia.
Las chicas de saltos ornamentales venían con un gran antecedente que incluía una reciente medalla de plata en los Juegos Panamericanos de Toronto del año pasado.
Sin embargo, según cuentan en la intimidad, lo que en un principio era una relación de amistad y confianza comenzó lentamente a desgastarse a punto tal de que las atletas llegaron a Río de Janeiro casi sin dirigirse la palabra.
En los días previos a su performance en saltos ornamentales, una echó a la otra de la habitación que compartían para tener sexo. Sí, en plena competencia.
Al parecer, tanta tensión fuera de la pileta terminó por influir en su rendimiento deportivo, ya que, a la hora de la verdad, las chicas tuvieron una flojísima labor y terminaron octavas de ocho participantes. Es decir, finalizaron últimas en su clasificación.
