El IDACH trabaja para culminar el proceso legal de las organizaciones que recibirán los títulos, respetando la decisión de las comunidades aborígenes.
El gobierno provincial se encuentra finalizando el proceso de regularización de las más de 300 mil hectáreas de la zona de Reserva Grande, dando cierre a una demanda histórica de los pueblos originarios y concluyendo el trabajo y esfuerzo compartido de distintas áreas de gobierno. La entrega de títulos está prevista para octubre, según el compromiso asumido por el gobernador Domingo Peppo.
La presidenta del Instituto del Aborigen Chaqueño (IDACH) Andrea Charole resaltó el arduo accionar realizado por el Ejecutivo para lograr “la reparación histórica” de las comunidades Wichí, Qom y Mocoví. Puntualizó así en el trabajo de campo para confeccionar un proyecto de titularización que incluya a las tres etnias y además a los pobladores criollos que habitan el lugar hace muchos años.
“Fue un desafío como institución representante de las tres etnias”, aseguró Charole, quien además indicó que con el objetivo de no repetir la experiencia de las hectáreas de Meguesoxochi, realizaron un proceso de consulta -que terminó en la gestión de gobierno anterior- con las distintas comunidades para saber si estaban de acuerdo con que familias criollas también vivan en la reserva. Las asambleas se realizaron en conjunto con el Ministerio de Desarrollo Social, el Instituto de Colonización, Asesoría General de la Gobernación y la Defensoría del Pueblo.
“No fue fácil mediar las cuestiones. Había hermanos aborígenes que no estaban de acuerdo, pero dijeron que sí con la condición de que la parte aborigen tenga acceso al río, y eso fue lo que le exigimos al Estado”, explicó Charole. Bajo esa condición, el Instituto de Colonización inició el proceso de mensura de las tierras para distribuir mil hectáreas para cada comunidad.
“Peppo ratificó la decisión política y el compromiso de continuar con el proceso”, aseguró Charole. Remarcó que con esta gestión, se inició el trabajo de organización de las comunidades para que puedan constituirse como figura jurídica y poder recibir las escrituras. “Las comunidades ya están organizadas”, aseguró y resaltó que la semana que viene posiblemente ya tengan su personería jurídica.
Andrea Charole revalidó las gestiones realizadas y aseguró: “Fue un trabajo de muchos años y no vamos a permitir que unos pocos quieran retroceder. El IDACH va a acompañar este proceso de titularización, no porque yo quiera sino porque fue consultado por la gente”.
En este sentido, resaltó que las consultas para aprobar el proyecto se realizaron “bajo un sistema democrático y el IDACH va a acompañar lo que la gente decida”. Charole subrayó también que “gracias a la gestión del gobernador, que reivindica los derechos de nuestras comunidades, se va a ceder las tierras de Reserva Grande que hace mucho tiempo están en discusión”.
Un desafío
Luego de que las tres etnias aprobaran el proyecto de subdivisión de tierras, el Instituto de Colonización inició el proceso de mensura de lo que será la reserva aborigen más grande del país y Latinoamérica. La propuesta determina la división de mil hectáreas para cada comunidad, la desafectación de caminos, canal, anexos escolares, puestos sanitarios, la regularización de los pobladores criollos por parajes y la conservación del Parque Provincial de Fuerte Esperanza.
El presidente del Instituto de Colonización Walter Ferreyra señaló que los profesionales agrimensores y técnicos ya terminaron el trabajo de campo, y ahora se encuentran en etapa de Gabinete, que es donde dibujan los planos que luego deben ser elevados a la Dirección de Catastro para su aprobación. “Acordamos con el director Carlos Ojeda que, una vez que presentemos los planos, Catastro abocará el personal necesario para que sean aprobados lo más rápido posible, y si amerita correcciones se realizarán, pero entendiendo la agilidad que le queremos dar por la importancia que significan estas tierras para las comunidades aborígenes”, indicó Ferreyra.
Explicó además que una vez terminado el proceso técnico se entregarán los títulos a las tres etnias, y posiblemente también a las comunidades criollas. “Las familias criollas asentadas en el lugar deben trabajar también de manera asociativa. Si se ponen de acuerdo entre ellos estaremos preparados para entregar en simultáneo los títulos de propiedad”, manifestó el titular de Colonización.
Ferreyra describió el trabajo complejo de la mensura de las más de 300 mil hectáreas: “Al llevar los planos a la realidad se encuentran muchas dificultades en el terreno. Se debe poner mojones cada mil kilómetros en lugares donde no hay caminos hechos, abriendo los deslindes”.
Valoró así el trabajo del equipo de profesionales y técnicos del Instituto de Colonización. “Es muy valorable el trabajo que se hizo, hay muchos profesionales en edad de jubilarse que tomaron esto como un desafío personal más que como una cuestión laboral”, resaltó.