Colonia Elisa: Ingeniero Barbet, donde la realidad desnuda los discursos de los gobiernos

Interior

En el 2014 el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de Chaco licitó, en el marco del programa de obras de zona rural, la ampliación y refacción del edificio de la Escuela E.G.B. Nº 262, “Adolfo Pedro Santambrogio”, ubicada en la pequeña localidad de Ingeniero Barbet, que depende del Municipio de Colonia Elisa.

La licitación 27/14 presupuestó 5 millones de pesos para la obra. La empresa contratista que figura en el cartel es DHAECO. El proyecto y dirección quedó a cargo de la Subsecretaría de Infraestructura Escolar. El plazo de ejecución fue de 270 días. La obra se inició en mayo de 2015 y debía estar terminada a principio de febrero de 2016, o sea antes del inicio del presente ciclo lectivo. La histórica edificación fue parcialmente demolida. Sin embargo, la obra no fue terminada y está prácticamente paralizada, salvo el trabajo de manejo de escombros que realizan algunos operarios. Y lo más grave, es que no se tiene noción de cuándo se terminará de ejecutar la obra.

Todos amontonados

La directora de la escuela es Graciela Rey, que es una persona muy influyente en la zona y en la administración de la Municipalidad de Colonia Elisa. Es mamá del actual intendente y fue la esposa del anterior, que ha fallecido y generó la sucesión política actual.

En los papeles el Establecimiento cuenta con Jardín de Infantes y brinda enseñanza primaria por la mañana y, desde 2015, secundaria a la tarde. Algunos alumnos son transportados en una combi desde los parajes cercanos para cursar el secundario. En horario extendido se señala que también funcionaría una E.F.A., escuela de la familia agrícola, para el arraigo de los jóvenes de la Colonia y un B.L.A., bachillerato libre para adultos. Lo que se dice todo un ambicioso menú educativo y de capacitación que se supone que se brinda en tres aulas, al lado de los escombros del área histórica que fuera demolida y de dos antiguos baños, que son simples excusados.

60 alumnos cursan el ciclo primario. Al secundario asisten 7 pibes de la localidad y 18 que viven en otros lugares. Al BLA van muy pocos. Los alumnos y maestros reducen el aprendizaje y la enseñanza en tres aulas, que fueron construidas en ocasión de ejecutarse una obra de ampliación anterior. Como expresión de una de las tantas réplicas de un mundo absurdo y desatinado, demolieron la histórica ala sur de la escuela que se construyó durante el gobierno de Perón.

Un polideportivo nuevo que no funciona

Como contracara de la paralización de la ampliación y refacción del edificio de la Escuela E.G.B. Nº 262 se destaca y brilla (como un plato volador) un “Playón Deportivo con Núcleo Sanitario” que se terminó de construir hace tiempo, ubicado frente a la única Plaza de la localidad que está totalmente abandonada y a pocos metros de la escuela y de una minúscula edificación que hace de Puesto Sanitario, que es atendido por una enfermera, Carmen Alegre, que es reconocida por su comunidad. No se permite que los pobladores usen e ingresen a esta especie de polideportivo porque supuestamente el Estado no habría recepcionado la obra, lo que constituye una auténtica e inexplicable paradoja o un simple disparate. Cuando el Centro Mandela visitó el lugar, las luces estaban prendidas a media mañana. Después las apagaron.

En la placa de la obra figuran el Presidente de la Nación, Mauricio Macri, el Ministro de Educación y Deportes y la Nación, Licenciado Esteban Bullrich, el Gobernador de la Provincia del Chaco, Domingo Peppo y el Ministro de Educación, Daniel Oscar Farías, o sea los más altos exponentes de la institucionalidad, mientras el polideportivo continúa cerrado.

Un pueblo que no sale de su asombro

Ingeniero Barbet tiene una población estable de 294 personas, según un censo doméstico que se realizó en el 2015, que viven en 71 viviendas. Es una pequeña localidad en la que predomina la pobreza, pero con una rica historia, en la que sobresalía la Escuela 292 porque era un patrimonio arquitectónico histórico de la comunidad por su tradicional edificación, con estructura de quebracho y paredes muy sólidas, construida con ladrillones. Al año 2005 se mostraba bien conservada e impecable, según las fotos históricas. Allí enseñó don Alfredo Pértile, cuando Ingeniero Barbet era un paraje.

Los pobladores rememoran que allí comenzaron la primaria los hermanos Isidro y Claudio Velázquez, cuando el director era don Adolfo Pedro Santambrogio, muy querido en el lugar y que como reconocimiento a su labor la escuela lleva su nombre. Cuando se inició la obra de ampliación y remodelación de la escuela y comenzaron a romperla los pobladores más antiguos se indignaron. Todavía sufren y resumen sus sentimientos señalando “lástima que la demolieron”.

Pobreza

En el lugar la pobreza es notoria y abundante. En la Iglesia se brindaba asistencia alimentaria, que comenzó hace mucho, cuando estaba el cura Jaime Mora y que continuó cuando fue reemplazado por el padre Juan Marcelo. Colaboraban en la alimentación a los pobres tres veces por semana. Después la mercadería que recibía la Iglesia comenzó a escasear y solamente podían hacer cocido con torta frita. La leche desapareció, hasta que actualmente ya no se puede dar ninguna asistencia solidaria porque Desarrollo Social de la provincia no manda mercaderías desde hace un mes. Los pibes dan vuelta por la Iglesia para ver si pueden comer porque a los padres no les alcanza la plata para alimentarlos. La mayoría trabaja en ladrillerías y en la cría de vaca, y como no se vende en los últimos tiempos la pobreza aumentó.

Agua, luz y droga

El sistema de generación y distribución de agua para consumo humano no funciona bien en la localidad. Los vecinos dudan de la calidad del agua, que aseguran que a veces no se puede consumir. Los que pueden, que son pocos, compran agua envasada. Reclaman que la provisión sea constante porque los cortes de servicio son repetidos, como también eso ocurre con la energía eléctrica.

Se ha agrietado el tanque o depósito de agua construido en altura. Las pérdidas son viejas y crecientes. Gran parte de la mampostería está enmhoecida y la acumulación de agua en su base seguramente deteriorará la estructura sin que la responsable del funcionamiento y mantenimiento del sistema, que es el APA, repare la obra a pesar de los reclamos de los pobladores.

Por si faltaba algo, los pobladores denuncian que comenzó a ingresar la droga a la localidad, que no cuenta con un destacamento policial ni juzgado de paz. Los padres están bastante desorientados. No saben cómo abordar este flagelo, mientras nadie los escucha.

Centro de Estudios e Investigación Social Nelsón Mandela.

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