La organización ambientalista aseguró que Chaco, Salta, Formosa y Santiago del Estero son las provincias más afectadas por la actividad. Las causas principales son el avance del cultivo de soja transgénica y los incendios.
Greenpeace difundió en los últimos días un informe llamado Deforestación en el norte de Argentina, sobre los desmontes en algunas provincias de la zona. En el mismo, que tiene un total de 7 páginas con mapas e infografías, exponen la situación crítica en zonas de Chaco, Salta, Formosa y Santiago del Estero.
Los datos recabados por la entidad corresponden al período comprendido entre enero y agosto del año en curso y arroja cifras muy crudas sobre la destrucción de la naturaleza autóctona.
En lo que respecta estrictamente al Chaco, Greenpeace asegura que hasta el momento se deforestaron 13.940 hectáreas en total, y que de esa cifra más de 5 mil son de bosque nativo, lo que deja a las claras una muestra de actividad ilegal.
En la suma total de todas las provincias investigadas, los números son escalofriantes: 60.188 hectáreas fueron desmontadas en el norte argentino.
Por todo lo investigado por la organización ambientalista, decidieron pedir al Congreso de la Nación los siguientes puntos:
- Establecer como delito penal al desmonte ilegal y al incendio intencional (cambio de uso de suelo).
- Constituir como delito penal al otorgamiento de permisos de desmonte en zonas protegidas.
- Permitir que las organizaciones de la sociedad civil se constituyan como querellantes.
- Obligar a los responsables a la restauración de los bosques nativos ilegalmente desmontados o incendiados.