Hay mucho por festejar, desde la fuerza de nuestros estudiantes hasta el voto a los 16 años. Personalmente prefiero que no solamente nos asocien a las fiestas, porque esa es una parte de nuestra realidad.
Los jóvenes tenemos que estudiar, trabajar, muchos sostienen sus familias y otros cuidan sus padres. La juventud evolucionó, estamos en una etapa de avance, desde lo cultural, lo económico y social, hasta lo tecnológico. La capacidad de adaptación de nuestra generación es notable.
Estamos viviendo la vuelta de los jóvenes a la vida pública, desde el protagonismo político hasta la participación solidaria en parroquias, oeneges, clubes. La vuelta, producto de la madurez social del siglo 21, el recambio natural y la confianza de las instituciones a los jóvenes.
Hoy tenemos concejales jóvenes, jóvenes empresarios, jóvenes sindicalistas, lideres religiosos juveniles.
Ninguna juventud se encuentra aislada del contexto histórico. En Chile los jóvenes lograron la Universidad Pública, en Argentina un ascenso impresionante en representación pública. América Latina tiene rostros jóvenes, y es una esperanza que crece. El Papa Francisco nos incitó al ruido, a producir cambios para mejorar la vida de nuestro Pueblo.
Me siento parte de una generación nueva en la política, somos hijos de Nestor y Cristina, de las Madres de Plaza de Mayo.
Y reconozco que otros lideres políticos contribuyeron mucho para la renovación dirigencial, como Raúl Alfonsin y Hector Campora, en otra etapa de la Argentina, como también Eva Perón.
Rodrigo Ocampo ( Consejal Municipal de Resistencia – Frente para la Victoria )