Son profesionales que forman parte de los equipos de investigación de la UNNE. El estudio expone distintos puntos de la capital chaqueña y también de la ciudad Corrientes, relacionados a la ‘Salud Ambiental’.
El objetivo principal del trabajo fue hacer una síntesis sobre variables que se miden y se registran en censos nacionales, y que dan cuenta de algunas de las dimensiones o campos de actuación de la Salud Ambiental.
El informe fue realizado por investigadores del Instituto de Geografía de la Facultad de Humanidades de la UNNE, quienes pusieron en marcha un índice que permita caracterizar la salud ambiental en territorio urbanos de la ciudad de Corrientes y el Gran Resistencia.
Para poder llevar a cabo el estudio, utilizaron modelos multiatributo o modelos de utilidad multiatributo (MAUT), que forman parte del amplio abanico de métodos de evaluación y decisión multicriterio. Estos modelos permiten trabajar con distintos indicadores, y ajustarlos a distintos criterios a analizar.
Los investigadores de la UNNE lo aplicaron al estudio de la Salud Ambiental, que comprende aquellos aspectos de la salud y la enfermedad humanas que son determinados por factores del ambiente, como características de la vivienda y del hábitat: acceso al agua segura y a la red cloacal”.
Así, tomando como base los datos del censo nacional del Indec (2010) lograron elaborar el “Índice Salud Ambiental (ISA)” para los conglomerados de Corrientes y Gran Resistencia, que permiten estimar el grado de vulnerabilidad de los radios censales en que se dividen ambos conglomerados urbanos, y conocer la cantidad de población expuesta.
El estudio permitió identificar las diferencias dentro de cada uno de estos conglomerados urbanos, según explican las responsables del proyecto de investigación, Liliana Ramírez, docente e investigadora de la UNNE y Conicet, y la licenciada Romina Claret, becaria de investigación del Conicet y docente en la Facultad de Humanidades de la UNNE.
En el estudio la unidad de análisis es el radio censal. El Gran Resistencia (Chaco) se divide en 426 radios censales y Corrientes tiene 300 radios censales.
Resultados obtenidos
De acuerdo con el procedimiento desarrollado, el valor máximo del Indicador de Salud Ambiental (ISA) puede alcanzar el valor de 1 que implica alta vulnerabilidad y el valor mínimo 0 que representa un contexto óptimo.
El valor promedio del ISA es mayor en el Gran Resistencia, cercano a 0,2 mientras que en Corrientes supera el 0,1. Sin embargo Corrientes registra valores atípicos que dan cuenta de una situación más crítica en algunas áreas.
En el caso del AMGR el patrón de distribución muestra un centro en mejores condiciones y una periferia más comprometida. Los valores máximos que se alcanzan de vulnerabilidad en el Gran Resistencia se corresponden al intervalo que comprende a 1,5 a 2,5 desviaciones de la media es decir entre 0,37 y 0,52 de ISA como valores más extremos.
En tanto, la distribución en la ciudad de Corrientes también se corresponde con la expansión urbana que ha experimentado, el sector menos crítico se encuentra en el extremo noroeste coincidente con el área portuaria y más antigua de la ciudad; mientras hacia el sur y noreste se encuentran las áreas que obtienen un ISA más elevado.
A diferencia del AMGR, en Corrientes los valores más extremos que se registran se ubican en la categoría que contiene más de 2,5 veces el valor medio, es decir entre 0,52 y 0,68 valores de ISA.
Sobre las diferencias entre ambos conglomerados, los investigadores explican que en Corrientes la variabilidad del índice de vulnerabilidad es mayor, y los dos primeros grupos con condiciones más favorables reúnen en Corrientes una mayor cantidad de población si se compara con el Gran Resistencia, 75% y 62% respectivamente.
Sin embargo al observar las categorías más críticas, en el Gran Resistencia no se distinguen radios censales en la última clase (más de 2,5 veces la desviación del índice promedio), mientras que en Corrientes, esta última categoría, que contiene a los ya citados radios con valores atípicos, reúne el 4% de la población en situaciones críticas de vulnerabilidad.
Con el propósito de conocer la cantidad de habitantes que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad, al considerar el ISA obtenido, en la investigación estimaron cuántas personas se encontrarían residiendo en aquellos radios censales que obtuvieron valores de ISA por sobre 1,5 veces de desviación de la media, es decir las áreas más críticas en salud ambiental.
En el AMGR, son 30 radios censales los que se ubican entre 1,5 y 2,5 veces la media, sin superar este último valor. Estas unidades espaciales contienen el 7,49% de la población y el 7,06% de los hogares, y representa cerca de 29 mil personas que se encuentran en condiciones críticas respecto del acceso al agua segura, de la eliminación de las excretas a través de cloacas, de las características habitacionales de su vivienda sumado a la condición de hacinamiento que sobrellevan.
En tanto, en la ciudad de Corrientes si bien la cantidad de radios censales en situación crítica son 25 (menos que en el AMGR), en ellos reside más del 10% de la población que en términos absolutos son más de 35.000 habitantes y casi el 9% de los hogares.
Diferencias e inequidades
Para las investigadoras, el ISA obtenido puede constituirse en una herramienta para los órganos decisores, pues identifica realidades descritas por los censos poblacionales, es decir expuestos por los mismos habitantes.
Señalan que el principal objetivo de estos modelos de utilidad multiatributo es auxiliar a los centros decisores a describir evaluar, ordenar, jerarquizar, seleccionar o rechazar objetos en base a una evaluación (expresada por puntuaciones, valores o intensidades de preferencia) de acuerdo con varios criterios. Esto admite que se transformen en herramientas que permiten analizar y dar cuenta de complejas situaciones de la realidad actual.
La doctora Ramírez y la licenciada Claret destacan que el aporte de la Geografía Cuantitativa para el estudio del territorio, y del valor del análisis cuantitativo de los datos y de la información geográfica que permiten, entre otras cosas, encontrar y visualizar los desequilibrios, las desigualdades y las inequidades territoriales.
“En un mundo en el que se estima que en 2020 se duplicará la información cada 73 días, los estudios geográficos cuantitativos que permiten alcanzar resultados concretos de una realidad tan compleja, seguirán siendo sustanciales”, concluyeron las responsables.