Así lo expuso una investigación publicada recientemente por el Centro de Estudios Libertad y que tomó para el análisis el período comprendido entre 2006 y 2015. El Chaco tiene las cifras más comprometidas.
La entidad tuvo la iniciativa de hacer sondeos, análisis y comparaciones en lo que respecta a la educación y el trabajo de los jóvenes de todo el país y, en particular, de la región Nordeste. Las edades que tomó el estudio van desde los 18 a los 24 años y está titulado ‘La década ni-ni. Estudio sobre los jóvenes que no estudian ni trabajan (2006-2015)’.
El trabajo de investigación fue llevado a cabo por Casin Mirad y Silvio Sosa Figueroa, quienes tomaron también datos oficiales publicados por el Indec, como la información que resultó de cada una de las Encuestas Permanentes de Hogares.
“Se define a los jóvenes a partir de los 18 años, teniendo en cuenta la obligatoriedad de la educación hasta el nivel secundario y la mayoría de edad legal, a partir de la cual se podría esperar que la persona tome su propia decisión sobre continuar con sus estudios o iniciar su actividad en el mundo laboral, tanto en relación de dependencia como en un emprendimiento propio”, relata el informe.
“En Chaco vemos los peores indicadores de población ‘nini’ del Nordeste. El piso de población joven que no estudia ni trabaja lo vemos al principio de la serie, en 2006, en 30 por ciento. La tendencia es clara en los años posteriores: el indicador empeora año tras año”, aseguran los especialistas.
Con respecto a la provincia de Misiones, comentaron que “la información no es suficiente para indicar una tendencia de cambio del indicador. Podría mostrar un estancamiento en el indicador con un valor cercano al promedio nacional de alrededor del 23 por ciento”.
Asimismo, sobre Formosa, el informe expuso que “presenta una tendencia muy distinta a la del resto. Formosa inicia la década estudiada en valores altos en relación al promedio nacional con un 33 por ciento y 34 por ciento en 2006 y 2007”, marcan. “Sin embargo al analizar la serie de datos indica una clara tendencia a la baja del indicador, cerrando con 25 por ciento y 19 por ciento en 2014 y 2015”.
En tanto que Corrientes “presenta una alta dispersión durante la década estudiada. Esto es parcialmente un efecto del tamaño reducido de la muestra que representa a la población joven de Corrientes. Sin embargo en términos generales podemos concluir que el indicador es mayor al promedio nacional, con una tendencia a mantenerse estable, es decir no aumenta ni tampoco disminuye. Los valores porcentuales de la provincia de Corrientes tienen piso cerca del 20 por ciento en los años 2007, 2008, 2012 y 2013 y picos cerca del 30 por ciento en 2006, 2010, 2011 y 2015. Vemos en esta provincia el efecto claro de la crisis de 2008-2009 incidiendo negativamente al indicador, recuperándose en años posteriores”.