La pobreza y el INDEC: El valor de decir la verdad

Sociedad

Hay debates que son inútiles, como lo es la búsqueda de responsabilidades políticas para encontrar las explicaciones del presente. Tenemos que dejar de mirar ese espejo retrovisor, el camino es hacia adelante, con la mirada puesta en el horizonte. La política es la de hoy, hacia el futuro de la Argentina.

Pero, en cambio, son las responsabilidades morales las que deben detenernos a pensar. El bastardeado INDEC volvió a ofrecer a los argentinos aquel tesoro que alguien se había robado: la verdad. Tenemos que enaltecer a la verdad, jugarle limpio, mostrarla. Los argentinos dejamos de mentirnos, y es una gran noticia. El presidente Mauricio Macri nos llamó a la reflexión y juntos, ahora, podemos darle valor a la verdad.

La verdad muchas veces duele, lastima, hiere en el alma. Es lo que producen los datos reales y verdaderos del INDEC. La pobreza real nos impacta, nos entristece y nos obliga a trabajar más que nunca, a ser activos contra las iniquidades.

Más de 30 por ciento de pobres es mucho, demasiado, pero por sobre todo: es inaceptable.

Pero la verdad es el punto de partida. Únicamente desde la verdad vamos a avanzar, crecer, bajar la pobreza. Nos decían, los que escondieron la verdad en el cajón de la ignominia, que sólo un 5 por ciento de los argentinos era pobre, que Alemania tenía más pobreza. Nos dijeron tantas mentiras.

Ahora, con la verdad, debemos reafirmar el compromiso y no parar hasta reducir estas estadísticas, reales pero dolorosas.

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