María Montenegro de 54 años, inspira con su historia de vida y esfuerzo constante.Una verdadera trabajadora y estudiante, porque María además de cuidar coches en la esquina de Ignacio de la Roza y Meglioli, vende empanadas, pre pizzas, limpia pisos, todo lo que sirva para juntar algún dinero.
Aunque, su verdadera pasión siempre fue el estudio, es así que comenzó la carrera de abogacía en la Universidad Católica de Cuyo, pero tuvo que dejar a los 22 años por problemas familiares; luego se casó y tuvo hijos por lo que pospuso la continuación de la carrera. Sin embargo, de un hecho lamentable, volvió a encontrarse con su gran amor, es que al fallecer su hijo de seis años, encontró refugio en los libros de Derecho. “Siempre fue mi anhelo terminar la carrera. Sueño con recibirme. No sé si voy a ejercer, pero mi sueño es llegar al título, al final de la carrera que me propuse hace muchos años”, dijo con entusiasmo María.
Foto y entrevista: DIARIODECUYO.com.ar