Un estudio reveló el intenso tráfico de armas en la Triple Frontera

Nacionales

La Fundación Arias de Costa Rica difundió, tras una investigación reciente, que la zona de Puerto Iguazú (Argentina), Foz de Iguazú (Brasil) y Ciudad del Este (Paraguay) es donde se registran más operaciones ilegales.

Un estudio de la Fundación Arias de Costa Rica, revela el intenso tráfico de armas en América del Sur, determinando que en la Triple Frontera entra Argentina, Paraguay y Brasil se registra la mayor cantidad de operaciones ilegales.

La investigación estima que en el transcurso de 2014, desde Ciudad del Este se introdujeron a Foz de Iguazú alrededor de 30.000 armas de todo tipo, en su mayoría destinados a organizaciones criminales brasileñas como el Primer Comando Capital (PCC) que actúa entre Río de Janeiro y San Pablo y el Comando Vermelho (CV), dirigido por cabecillas actualmente recluidos en diversas cárceles de dicho país.

Respecto al ingreso a la Argentina -según consigna el diario Ultima Hora de Asunción- “la cantidad es menor pero va en aumento.

Desde Paraguay, considerado ‘territorio corredor-bisagra’, parten los cargamentos en avionetas que aterrizan (o directamente descargan) en campos del Chaco, Santa Fe, Santiago del Estero, Corrientes, aprovechando que no hay sistemas de radares que pueden detectar los vuelos. O se llevan en buques que navegan los ríos Paraná y Paraguay; o en camiones que cruzan los numerosos pasos limítrofes sin problema alguno”.

 

Zona de alta peligrosidad

Según dicha investigación “Paraguay importa ilegalmente armamentos modernos de alto calibre automáticas como también de guerra con destino al mercado negro o para revenderlas en Brasil y en la Argentina, donde hay sostenida demanda”. A su vez, el Ministerio del Interior estima que “hay 700.000 armas no registradas en poder de la población paraguaya, en tanto 210 agencias privadas emplean a 34.000 agentes de seguridad, casi el doble de los policías actualmente en actividad…”

La fundación costarricense sostiene: “para el crimen organizado, este negociado es uno de las más lucrativos en la Triple Frontera, junto al comercio de drogas, el contrabando de cigarrillos falsificados en fábricas en su mayoría pertenecientes a la compañia Tabacalera del Este (cuyo dueño es el presidente Horacio Cartes), productos informáticos, electrónicos, medicamentos truchos y/o vencidos, autopartes generalmente desguasados de vehículos robados. En Ciudad del Este proliferan tiendas donde cualquiera puede comprar el arma que busca, ya que nadie controla nada. Así lo mostraron informes periodísticos difundidos por medios importantes, como las redes Globo y Record del Brasil; la cadena colombiana Todelar, CNN de los EE.UU. o el canal 13 de Buenos Aires, entre otros”.

Decomisos realizados por milicias brasileñas de Foz de Iguazú, revelan que incautaron en la cabecera del Puente de la Amistad pistolas 9 milímetros, magnum, escopetas calibre 12, fusiles, revólveres, municiones, armas automáticas o de combate prohibida para civiles como fusiles de asalto AK-47, AK-75, M-16, Galil, G3, mini-ametralladoras UZI, y hasta ametralladoras anti-aéreas robadas de regimientos paraguayos. O vendidos por sus oficiales a bandas delictivas.

En cualquier puesto callejero se compran revólveres Bersa y Rexio de producción argentina; Taurus y Rossi del Brasil; pistolas Jericho de Israel; Norinco de China; Lama y Astra de España; las italianas Beretta o Tangfolio, además de municiones procedentes de México, Israel, Italia y Sudáfrica.

 

Un negocio millonario

El informe de la Fundación Arias destaca modos principales de ingreso ilegal a la región:

– Escondidos en contenedores, junto a otros productos que son declarados legalmente, en contenedores sellados, ocultos entre aparatos informáticos, electrónicos, juguetes o prendas de vestir, teléfonos celulares, videocaseteras.

– Llegan por vía aérea al aeropuerto Guaraní de Ciudad del Este, a través del corredor Hong-Kong-Buenos Aires-Ciudad del Este, en bodegas no revisados por aduaneros, virtualmente sobornados.

– De contrabando, en avionetas que aterrizan en las pistas clandestinas ubicadas principalmente en zonas rurales de Alto Paraná, Canindeyú, Amambay, Concepción y San Pedro. Se guardan en depósitos piratas, para luego buscar colocarlas en mercados ilegales del Brasil y de la Argentina.

– La inexistencia de radares para controlar el espacio aéreo en la vasta región tripartita, favorece el formidable y peligroso contrabando. En menor cantidad ingresan armas disimuladas en equipajes, tanto en vuelos comerciales aéreos, en balsas, canoas y lanchas que cruzan los ríos Iguazú y Paraná; o en vehículos que circulan por puentes internacionales.

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