Un psicólogo especialista en tecnología brinda su opinión sobre un tema que preocupa en demasía a los padres, en estos tiempos modernos.Roberto Balaguer es un psicólogo especializado en tecnología que escribió varios libros sobre esta problemática que desvela a padres, maestros y autoridades.
En cuanto al control de Internet en los adolescentes, Balenguer admite que es muy difícil controlarlo, pero apela a que los mismos celulares pueden tener recursos que ayuden a que el consumo sea un poco más mesurado: “Es prácticamente incontrolable. Las únicas maneras de mitigar la exposición a contenidos inapropiados es que el mismo dispositivo tenga recursos para minimizar los riesgos. Cuando son chicos, en la primera infancia – esto es, desde que comienzan a navegar hasta los 6 años que empieza la escolaridad – es imprescindible que se manejen en entornos absolutamente controlados. No puede quedar abierto YouTube con un niño de la primaria infancia solo, sin un padre al lado mirando lo que pasa en la pantalla”.
Ante la pregunta de si es fructífero el castigo de quitar el celular, el especialista explica: “Tenemos es, por un lado, una generación de padres que crecimos en ‘desconexión por defecto’, es decir, nosotros sólo podíamos conectarnos con los otros cara a cara o en la eventualidad de un teléfono. En cambio, estos jóvenes están en una situación de ‘conexión por defecto’, su vida transcurre conectados. La socialización es 24 horas, 7 días por semana, 365 días al año. Entonces, ocurre que los padres estamos asistiendo a situación cultural que es, cualitativamente distinta a cualquier otra anterior. Hay que entender que el apego al dispositivo es también un apego a lo social, cosa que en determinadas edades, particularmente en la adolescencia, es la esencia. ¿Cuál es la tarea fundamental del adolescente? Es gestionar su identidad, ubicarse en el entorno de su grupo, de su ‘manada’. Desconectarse es perderse del mundo importante, que ya han dejado de ser los padres y ahora los son sus pares, sus compañeros, sus referentes, sus ídolos – que pueden ser gamers, youtubers, jugadores de futbol o los que son dos años más grande – . Entonces, para pararnos adecuadamente tenemos que poner límites a eso porque los momentos de desconexión también son válidos.
Por ultimo Balenguer remarca de la importancia y necesidad de los tiempos de desconexión: «Son muy importantes. Son forjadores de determinadas habilidades y competencias que, de alguna manera, en este contexto 100% digital, también se pueden perder. Entonces no hay que tener miedo de generar esos momentos de desconexión porque son válidos, porque le aportan a los chicos el cara a cara, la conversación, esa narrativa sobre lo que se hizo en el día, sobre lo que se va a hacer, que es también parte importante del desarrollo cognitivo y psicosocial de los jóvenes».
Entrevista: Infobae.