La colega Belén Pucheta, periodista de Diario Chaco, vivió un incómodo momento esta mañana.En horarios de la madrugada, agentes policiales correspondientes a la Comisaría Duodécima recogieron a Pucheta por su domicilio para trasladarla a la Cámara en lo Criminal del juez Mauricio Fabián Rouvier, a 160 kilómetros de su hogar, en calidad de testigo.
“No voy a dejar de hacer periodismo ni voy a dejar de hacer notas policiales, pero hoy realmente tuve la sensación de que estaba viviendo en otra época .Y por hacer mi trabajo”, concluyó Pucheta.
EL “MALENTENDIDO”
El pedido del juez se hizo efectivo este martes a las 05:00, con tiempo suficiente para llegar al juzgado cuando abriera sus puertas. La cédula de comparendo que portaba la comisión policial llevaba la firma del oficial ayudante Gabriel López, de la la Comisaría Duodécima. El problema era que la periodista no había sido notificada con anterioridad, por lo que mal podía ser trasladada por la fuerza pública sin que la acción policial, sorpresiva y de madrugada, no se viera como una detención ilegal aunque estuviera respaldada por la firma de un juez saenzpeñense. La “explicación” del atropello era que Pucheta había eludido dos veces presentarse ante el juez Rouvier, es decir que un efectivo policial había pasado en dos oportunidades por su domicilio, le había extendido la correspondiente cédula y ella no había cumplido con la carga pública de abordar un ómnibus a Sáenz Peña y hablar con el juez. “Nunca me notificaron fehacientemente que tenía que declarar; además si me tomé el trabajo de ir hasta Castelli, ¿por qué no iría ahora a Sáenz Peña?”, explicó y reveló que al llegar al juzgado pidió que le exhibieran los facsímiles de las citaciones que supuestamente había recibido: “No me mostraron nada; no tienen nada pero me llevaron como si fuera una delincuente”.
HISTORIA DE UNA ENTREVISTA
El insólito episodio de este martes, a mitad de camino entre el malentendido y el amedrentamiento, es el corolario de una historia que empezó en febrero de 2014 en el Hospital Julio C. Perrando, cuando Pucheta le hizo una entrevista a Héctor Cejas, víctima de un ataque incendiario que tuvo lugar en la localidad de Juan José Castelli.
Por boca de Cejas, Pucheta supo que un joven sicario le había tirado alcohol y lo había prendido fuego. Pocos días después, el 2 de marzo a las 18:00, Cejas murió por la gravedad de las quemaduras. Sobre la base de esa entrevista y de la denuncia de la familia, la Fiscalía de Investigación Nº 1 de Castelli abrió un expediente caratulado “Cejas Ricardo – Osipluk Ana María s/ damnificado p/ lesiones”.En setiembre de 2014 quedó detenido Víctor Hugo Melgar en lo que ya era la investigación de un homicidio, y el 3 de diciembre de 2014 la periodista se trasladó casi 270 kilómetros hasta la localidad de Juan José Castelli para brindar declaración testimonial en la citada fiscalía. Con el paso del tiempo la causa fue elevada a juicio, cambió de carátula y actualmente está en manos del juez Mauricio Fabián Rouvier, titular de la Sala Unipersonal de la Cámara Primera en lo Criminal de Sáenz Peña, quien el pasado 19 de octubre, seis días atrás, remitió a la Jefatura de Policía un radiograma ordenando “la conducción por intermedio de la fuerza pública” de la periodista para que se presentara en el juzgado este martes a las 08:00 y declarara en las causas “Burgos Arnaldo Javier – Melgar Víctor Hugo s/ homicidio agravado”, y sus agregados por cuerda “Burgos Javier Arnaldo, Lipps Carlos Gustavo y Rivero Gustavo Lisandro s/robo”.
Fuente y foto: Diario Chaco.