Cuidados Paliativos: Salud remarca la importancia de garantizar el derecho a una atención digna

Sociedad

El Ministerio de Salud Pública se suma a la conmemoración del Día Mundial de Cuidados Paliativos –que se celebra el segundo sábado de octubre- difundiendo la reflexión de los trabajadores sanitarios que se dedican a tratar a pacientes con enfermedades limitantes de la vida y terminales.

El objetivo de la fecha es sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de garantizar la atención integral de las necesidades médicas, sociales y espirituales de estas personas e incrementar los servicios que puedan dar respuesta a esta problemática.

La referente provincial de Cáncer, Claudia Rojas, explicó que “se denomina cuidados paliativos a la asistencia activa y total del paciente desde el momento en que su enfermedad ya no responde a las medidas curativas, poniendo especial énfasis en prevenir el sufrimiento y mejorar su calidad de vida”. “Se trata de brindar al enfermo terminal una muerte en paz, sin dolor y sin temor, apoyándolo y acompañando a su familia en esta difícil etapa”, precisó.

El concepto supone el cuidado de las personas en su realidad total: biológica, psicosocial y espiritual a lo largo de todas las fases de la enfermedad, que pueden ser crónicas, avanzadas o progresivas como el cáncer u otras (patologías neurodegenerativas, insuficiencia renal, entre otras). Se busca que los equipos sanitarios actúen desde la prevención y el diagnóstico hasta el tratamiento de los síntomas, comprendiendo también los cuidados del final de la vida.

“Puede ser un nuevo término para muchos, pero como trabajadores de la salud, la mayoría de nosotros hizo esta clase de trabajo, y seguramente, hasta nos hemos sentido impotentes y desalentados, incapaces de enfrentar algunos problemas”, reflexionó.

Luego, agregó que “lo más importante, es entender que el alivio del dolor debe ser considerado como un derecho esencial del paciente, de modo que el tiempo vivido -días, meses, o años- sean tan pacíficos y fructuosos como sea posible”.

A fin de mejorar la calidad de vida de la persona, el esfuerzo de los trabajadores de la Salud pone especial énfasis en lograr el acceso a analgésicos, medicamentos y tratamientos paliativos esenciales, dado que el alivio del dolor y el acompañamiento de pacientes y familiares constituyen derechos humanos a reivindicar de modo permanente.

Mitos

Esta especialidad suele encerrar diversos mitos que deben ser desterrados para garantizar el bienestar de las personas que están atravesando alguna situación compleja de salud. Entre los mitos más comunes se encuentran:

Mito: “Que un paciente reciba cuidados paliativos significa que va a morir pronto”. La realidad es que los cuidados paliativos incluyen no sólo la atención al final de la vida, sino que pueden brindarse desde el inicio del tratamiento para mejorar la calidad de vida y aliviar los síntomas físicos, psicosociales y espirituales que producen enfermedades como el cáncer con alto impacto físico y emocional.

Mito: “Las personas que tienen cáncer inevitablemente van a padecer dolor”. La realidad es que existen analgésicos que posibilitan su alivio y control en más del 90 por ciento de los casos.

Mito: “La morfina genera adicción”. La realidad es que este analgésico se indica a personas que sufren dolor intenso, sea o no oncológico, a fin de aliviarlo. La adicción en los pacientes en tratamiento con morfina es muy poco frecuente, y se asocia con personas que previamente han tenido historia de abuso de sustancias y personalidad acorde.

Mito: “El uso de morfina acelera la muerte”. La realidad es que algunas personas creen que recibir una medicación opioide como la morfina para tratar el dolor, desencadena la muerte. Esta creencia tiene que ver con el hecho de que el tratamiento con morfina es tardío, muchas veces, por desconocimiento o temor a indicarla más tempranamente. La morfina debe ser utilizada según la intensidad del dolor y su indicación no tiene relación con la expectativa de vida de la persona a quien se le prescribe.

Cuidados Paliativos

El movimiento moderno de hospicios y cuidado paliativo comenzó en Inglaterra en 1960 con pacientes de cáncer. Sin embargo, la necesidad de esta especialidad se acrecienta en sectores pobres en recursos, donde los tratamientos y curas son de difícil acceso a las poblaciones o limitadas.

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