Las fuerzas de seguridad continúan con un intenso operativo en diferentes puntos de la región, para dar con el autor de los disparos y los otros sujetos que participaron en el terrible hecho que dejó como saldo una víctima de 17 años fallecido y a su hermano de 12 internado en grave estado.
Este jueves en horas de la noche, según fuentes informativas, al menos cuatro sujetos se desplazaban en moto atacaron con una balacera a estos jóvenes que se encontraban a unos pocos metros del merendero “Fe, Esperanza y Amor”, en el barrio Vista Linda, tomando tereré con amigos.
Por motivos que se desconocen, un sujeto bajó de la moto y comenzó a disparar. Lucas Holden de 17 años, fue asesinado a sangre fría de tres disparos en la espalda al intentar huir y su hermano de 12 recibió fuertes golpes de culetazo en su cabeza, ya que -según testimonios de vecinos de la zona- los disparos hacia este se frustraron ya que no salían las balas.
Testigos aseguran que los presuntos atacantes son del mismo barrio. Varias unidades policiales custodiaron la zona por temor a represalias.
Según una testigo, “eran cuatro por lo menos en moto, cuando bajó uno y comenzó a disparar. Tres disparos alcanzaron a Lucas y otros dos disparos más, tanto el que iba dirigido al hermano de Lucas como a otra señora que estaba allí, afortunadamente no salieron”.
Mirian Sosa, encargada del merendero donde asistían muchos chicos y madre de uno de los chicos que hacía parte del grupo donde atacaron a Lucas, asegura que los presuntos atacantes son conocidos y del mismo barrio. En una entrevista ofrecida a RazaChazo, programa radial emitido por radio Universidad, contó que «mi hijo estaba al lado de ellos y fue el último que vio a Lucas cerrar su ojos». «Unos minutos antes mi hijo me dijo que iba a tomar tereré con Lucas y se fue. Al rato escuchamos los tiros y salimos. La escena fue desgarradora. Estaba Lucas en el suelo y su hermanito, de 12 años encima de él. Hasta que el mismo chico que le disparó a Lucas fue directo hacia su hermano y como no le salió el tiro le pegó un culetazo», narró Sosa.
El relato, fue aún más doloroso cuando afirmó que «la mamá de los chicos Holden vio a su hijo menor herido y exigió a los gritos a la patrulla poder llevarlo al Pediátrico. Y se fue con él, sin saber todavía que su hijo Lucas era el niño asesinado en la vereda del barrio», contó Miriam sin poder contener las lágrimas.
Sosa, contó que el mayor de los hermanos «murió en el lugar por la tardanza de la ambulancia», y que la mamá del sobreviviente a la balacera exigió «a los gritos que sea llevado en la camioneta de la policía hacia el hospital”, dijo llorando la mujer que a diario se encarga de darle la merienda a más casi 300 chicos, con ayuda de la gente y algunas organizaciones.