Con el hijo desvanecido, los padres llamaron al 911. Al llegar el agente, le realizó las maniobras de resucitación cardiopulmonar hasta que el chico volvió a reaccionar. Ocurrió en Estados Unidos.
El héroe de esta historia real es el agente Chase Miller, del Departamento de Policía de Granbury, en el estado de Texas.
Es que el agente estaba de servicio el martes pasado cuando escuchó por el escáner policial que enviaban a los servicios médicos de emergencia para asistir a un nene de 3 años.
Al darse cuenta de que estaba en las cercanías, Miller se dirigió y los padres de Brayden estaban desesperados porque no respiraba.
Sin perder tiempo, el policía tomó al niño de los brazos de la madre, lo apoyó en el suelo y comenzó a realizarle maniobras de resucitación cardiopulmonar (RCP).
En un momento, incluso, Miller dio instrucciones al padre para ayudar mientras él sacó una máscara de RCP de su patrullero.
Afortunadamente, luego de un rato Brayden empezó a respirar.
Las autoridades de la ciudad realizaron una ceremonia para honrar y premiar a Miller. También acudieron los padres y el propio chico salvado, quien se abrazo con su salvador.
