Se trata de Mary Beth Haglin, de 24, una profesora sustituta de la escuela secundaria Washington High School en Cedar Rapids, Estados Unidos.
El venía a mi clase, agarraba un papel, escribía algo y lo pegaba en mi escritorio cuando salía». Una de las notas decía: «Te quiero tanto, mi emperatriz». A cambio, ella le enviaba selfies posando en poca ropa o lencería.
Haglin «se enamoró perdidamente» y «casi todos los días» mantenían relaciones en su coche dentro de un estacionamiento cercano y se enviaban numerosas selfies reveladoras. Ella afirma que la relación era algo más que sexo y pensó que era una «relación real».
Haglin también contó que el alumno una vez la llamó «señora Robinson», en referencia a la película «El graduado», en la que el personaje de Dustin Hoffman es seducido por una mujer mayor.
En un principio, tanto la profesora como el alumno fueron cuestionados por varios miembros de la escuela, pero negaron la relación. Sin embargo, mas tarde alguien publicó un vídeo de ambos juntos y la escuela retomó la investigación.
El pasado 17 de mayo, la escuela le dijo que no volviera como profesora sustituta y remitió el asunto a las autoridades. Sin embargo, la oficina de educación no recibió el mensaje hasta el último 14 de junio, por lo que Haglin pudo continuar dando clase en otras escuelas del distrito durante un mes más. Fue entonces cuando se entregó a la policía.
Ella ha dicho que las relaciones abusivas la dejaron susceptible a este tipo de relaciones, pero admitió que fue sido su culpa. «Asumo la responsabilidad, no lo estoy eludiendo, haré frente a esto».
«Me arrepiento de lo que sucedió, nunca pensé que iba a llegar tan lejos y me disculpo con todos los que se han visto involucrados. Quiero volver atrás, pegarme a mí misma y preguntarme: ¿En qué estabas pensando Mary Beth?».
Halgin salió de prisión y recibió la orden de no tener más contacto con el estudiante. Ahora, afirma que su relación con el estudiante ya terminó. «Ya no quiero contactar o ver a esta persona nunca más, y no quiero que se ponga en contacto conmigo».
«Todas estas personas sabían lo que sucedía, y aun así hicieron la vista gorda porque querían proteger a su escuela No querían que fuera el centro de atención. Lo supieron en febrero y permitieron que sucediera», ha dicho en una entrevista. El director de la escuela y dos administradores dimitieron como consecuencia del escándalo.
En tatno, el 1 de septiembre tuvo lugar la instrucción de cargos, en la que fue «acusada de explotación sexual por parte de un consejero, terapeuta o empleado de escuela», y el próximo 14 de noviembre irá a juicio.
Allí, si fuera declarada culpable, podría ser condenada a dos años de prisión y quedar registrada como delincuente sexual durante diez años como máximo.