El Gobierno confirmó que hubo un acuerdo entre empresarios y gremios para otorgar un bono de fin de año de -al menos- 2 mil pesos para los trabajadores privados. Fue al cabo de la reunión tripartita en la Casa Rosada en la que confluyeron empresarios del denominado grupo de los seis y líderes de la CGT.
Fue el jefe de Gabinete Marcos Peña quien hizo el anuncio, en una conferencia de prensa posterior al encuentro. «Se acordó como referencia un monto de $2.000 por trabajador», dijo el funcionario, que estuvo secundado por su vice Mario Quintana y los ministros Jorge Triaca (Trabajo), Francisco Cabrera (Producción) y Alfonso Prat Gay (Hacienda y Finanzas). «Trabajadores y empresarios -agregó Peña- acordaron abrir una discusión por sector», que podrá redundar en un bono aún mayor. Este, precisamente, era uno de los principales puntos que reclamaban los gremios antes de desembarcar en el Museo de Casa Rosada.
«¿El bono va a ser obligatorio?», se le repreguntó a Peña. “El documento es una declaración política, no es un decreto o una orden oficial: pero sí manifiesta el acuerdo de todos los que fueron hoy a este espacio de diálogo”, aclaró.
Peña leyó los ejes del acuerdo que suscribieron los gremios y los empresarios. «Tiene tres puntos centrales: la primera es institucionalizar el ‘Diálogo para la Producción y el Trabajo’, que se volverá a reunir la primera quincena de noviembre y diciembre de este año. En segundo lugar, tiene que ser un diálogo abierto que llegue a todos los rincones del país. Pero también que valoricen las instituciones que hoy representaron a las distintas partes en el diálogo», explicó Peña.
El tercer punto es que las partes acordaron «utilizar como eje articulador de la agenda de trabajo conjunta los 8 lineamientos del Plan Productivo Nacional», desarrollado por el Gobierno. Esto incluye estrategias para lograr equidad y eficiencia fiscal; la desburocratización y simplificación de procesos y disminución de la litigiosidad; la búsqueda de la mejora de la competencia y de los consumidores; facilidades en el acceso al crédito y al capital; desarrollo en materia de infraestructura y energía; el fomento a la innovación y el emprendedorismo; y la búsqueda de una inserción inteligente al mundo.
Aunque fue invitada por el Gobierno tras la visita de Mauricio Macri al Papa, la Iglesia no participó. Sin embargo, envió una carta que fue leída por el jefe de Gabinete Marcos Peña antes de que comenzara el encuentro.
Firmada por el presidente de la Conferencia Episcopal José María Arancedo y el obispo de Chascomús, Carlos Balza; la nota destaca que las partes «han asumido un camino de encuentro y de diálogo, que la Argentina espera y necesita».
No obstante advirtió que «es un momento de responsabilidad en la clase dirigente», a la que instó «a generar fuentes de trabajo que promuevan la libertad y la dignidad de las personas». Y agregó: «No nos olvidemos que la mayor pobreza es no tener trabajo».
«Nuestra mirada privilegia a los que menos tienen y necesitan del compromiso político y social de quienes tienen en sus manos la posibilidad de crear un desarrollo integral», remarca la misiva, donde la Iglesia, por último, se muestra expectante de que «el diálogo social se profundice al servicio del bien común». El Gobierno, a través de Peña, agradeció a la Iglesia por «el acompañamiento».
Por el lado de los gremios, encabezó la comitiva el triunvirato unificado: Héctor Daer (Sanidad), Juan Carlos Schmidt (Dragado y Balizamiento) y Carlos Acuña (empleados de estaciones de servicio).
Fuentes oficiales habían informado sobre la presencia del camionero Pablo Moyano, uno de los más críticos del Gobierno, pero luego el hijo del ex líder de la CGT no apareció. «Había confirmado pero se bajó 10 minutos antes del arranque», se justificó luego. Moyano fue, precisamente, uno de los que más críticos se mostró en la previa, incluso luego de que el Gobierno anunciara el bono de fin de año para jubilados y beneficiarios de la AUH, medida que calificó como «una migaja». Del mismo modo, tampoco estuvieron Armando Cavalieri (Comercio) y Roberto Fernández, de la UTA.
En cambio, también dijeron presente el jefe de UPCN Andrés Rodríguez, quien insiste por un bono para estatales nacionales, algo que Triaca admitió hoy que el Gobierno «lo va a analizar» pero que -según dijeron los funcionarios- no se trató hoy en la mesa; Gerardo Martínez, de la UOCRA, José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Omar Maturano (maquinistas) Jorge Sola (Seguro), Francisco Gutiérrez (UOM).y Rodolfo Daer (Alimentación).
Desde el sector empresario, suscribieron el acuerdo los vices de la Sociedad Rural Argentina, Daniel Pelegrina y Nicolás Pino; por la UIA Adrian Kaufman y Daniel Funes de Rioja; Juan Chediack y Gustavo Weiss (Cámara Argentina de la Construcción), Daniel Llambias (ADEBA), Jorge Di Fiori y Gonzalo de León (Cámara Argentina de Comercio) y Adelmo Gabbi y Guillermo Carracedo (Bolsa de Comercio).
Para el Gobierno, el saldo de la reunión fue «muy positivo». “Lo que hemos vivido es un hecho histórico: no ha habido muchos antecedentes en la Argentina de que el Estado, el sector empresarial y los trabajadores estén en una misma mesa”, concluyó Peña.