El pueblo en cuestión es conocido como Stirling, un pequeño lugar cercano a Loch Lomond, el cual opto por crear una ilusión óptica en una carretera pintando las líneas de la carretera en modo de zig-zag en lugar de en línea recta.El motivo de esto es para mejorar la seguridad vial, ya que a pesar de la señalización solo permite circular a 50 km por hora aproximadamente, muchos conductores ignoran las indicaciones y exceden el límite de velocidad.
En cuanto a si la medida ha funcionado o no se puede traducir a un debate abierto, ya que según un estudio de la Universidad de Leeds, las marcas curvas en el asfalto contribuyen a reducir la velocidad más incluso que las señales verticales o que reducir la anchura de la vía. Desde la oposición al ayuntamiento de Stirling, sin embargo, se quejan de que pintar la vía de esta forma no ha servido de nada y que ha supuesto un 50% más coste que seguir un marcado convencional.
Foto: The Daily Record
