En una etapa tan complicada como lo es la adolescencia hay factores o conductas a las cuales al prestar atención se puede evitar que los chicos/as lleguen a tomar una decisión tan extrema como quitarse la vida.Factores
Algunos factores que indican una conducta suicida son:
- Provenir de medios familiares con desventaja social y pobreza educacional
- Estar más expuestos a situaciones familiares adversas que condicionan una niñez infeliz.
- Presentar mayor psicopatología, incluyendo depresión, abuso de sustancias y conducta disocial así como baja autoestima, impulsividad, desesperanza y rigidez cognitiva.
- Mayor exposición a situaciones de riesgo suicida o eventos vitales suicidógenos como las relaciones humanas tumultuosas, los amores contrariados o problemas con las autoridades policiales.
Especial atención
La Asociación Psiquiátrica Americana (APA) en su clasificación de enfermedades mentales DSM-IV-R considera que para realizar el diagnóstico de un Trastorno Depresivo Mayor se requieren cinco o más de los siguientes síntomas, los que deben estar presentes por al menos dos semanas de duración y que ello representa un cambio en el funcionamiento habitual del sujeto:
- Ánimo deprimido la mayor parte del día durante todos los días.
- Marcada reducción del placer o el interés en todas o la mayoría de las actividades diarias.
- Disminución de peso sin someterse a dieta o ganancia de peso (del orden de un 5%).
- Insomnio o hipersomnia
- Agitación psíquica y motora o retardo psicomotor.
- Fatiga o pérdida de energía diariamente.
- Sentimientos de culpa inapropiados, que pueden conducir a delirios de culpa.
- Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse e indecisión la mayor parte del día.
- Pensamientos recurrentes de muerte o de suicidio.
Estos síntomas no deben ser ocasionados por una enfermedad física o por abuso de sustancias.
Posible solución
Una vez que un adolescente vulnerable ante una situación psico-traumática inicia una crisis suicida, es necesario actuar con rapidez y asumir una postura muy directiva, ya que la característica principal de este tipo de crisis es que existe la posibilidad que el individuo intente afrontar la situación problemática mediante la autoagresión. Ante cualquier señal debemos:
- Creerle y tomarlo en serio.
- Entender sus sentimientos y alentarlo a que actúe, luche, etcétera.
- Ayudarle a encontrar respuestas y alternativas para la vida.
- Hacerle saber que se desea ayudarlo y se sabe cómo.
- Facilitar que verbalice y exprese sus sentimientos.
- Explorar los motivos del intento sin temor y con seriedad.
- Enseñar al paciente que pida ayuda en los momentos de angustia antes de tomar decisiones.
- Estimular sus cualidades positivas y éxitos recientes.
- Buscarle ayuda profesional especializada (psicólogo, psiquiatra)
- No retar al paciente, ni aliarse a su solución de muerte.
- Ayudarlo, darle cariño, seguridad y no juzgarlo.
Las acciones de prevención deben desarrollarse principalmente en los escenarios educativos dentro de los cuales los adolescentes se ven inmersos gran parte de su tiempo.
Fuente: «Manejo de la crisis suicida en el adolescente» (Prof. Dr. Andrés Pérez Barrero); «Conducta suicida adolescencia y riesgo».