Bolivia atraviesa su peor crisis de agua en 25 años y según expertos podría empeorar

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La falta de agua es tanta que la semana pasada un viceministro y un gerente estatal llegaron a ser tomados como rehenes por asociaciones vecinales de la ciudad de El Alto.Si bien el incidente no pasó a mayores y las autoridades fueron liberadas, muestran la desesperación de la comunidad ante la emergencia hídrica.

Evo culpa al cambio climatico

El presidente Evo Morales decretó la «emergencia nacional» por una situación que atribuyó al «cambio climático». «Hay que estar preparados para lo peor», dijo Morales al anunciar un decreto que obligará a alcaldías, las gobernaciones y Ejecutivo nacional a movilizar recursos de cara a garantizar el suministro de agua.

Protestas

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Las protestas y bloqueos de calles más grandes se concentran en tres de las ciudades más grandes como La Paz, El Alto y Cochabamba. En La Paz, sede del gobierno y el Congreso bolivianos, se vive una inédita situación de recorte de agua como no se había visto en décadas.

El gobierno ya removió a dos de las autoridades que tienen responsabilidad directa en la gestión de los recursos hídricos. Sin embargo la crisis todavía no está cerca de solucionarse.

La peor en 25 años

Tanto el gobierno, a través del ministerio de Desarrollo Rural, como las grandes asociaciones agrarias coinciden que Bolivia atraviesa la peor crisis por falta de agua registrada en 25 años. La escasez de agua potable ya afecta a cinco de los nueve departamentos del país.

En casi 100 barrios urbanos de La Paz ya van dos semanas de racionamiento, que hace que solo se abra el suministro durante 12 horas cada tres días. En algunas de las principales represas de La Paz, los volúmenes de agua apenas llegan al 8%. En una el nivel está al 1%.

Además, en ciertas zonas de la ciudad, por la escasez y contaminación del agua, se declaró emergencia sanitaria. Los principales afectados por la falta de suministro son los centros de salud.

«El desabastecimiento de agua estaba previsto desde 2009 y se están cumpliendo las proyecciones. Si no se cambian muchas cosas, es muy probable que el desabastecimiento se repita», explicó Hoffmann, investigador del Instituto Boliviano de la Montaña

Las causas

  1. El cambio climático y los fenómenos naturales

Bolivia fue declarada por la ONU como uno de los países más vulnerables a las consecuencias del calentamiento global de la Tierra. Los ecosistemas de este país, al igual que los de otros de la región como Perú, son particularmente vulnerables al aumento de las temperaturas.

Para Óscar Campanini, experto en recursos naturales del Centro de Documentación e Información Bolivia (CEDIB), la dura crisis que atraviesa Bolivia es producida en parte por factores climáticos. «Además del cambio climático y la variabilidad de temperaturas hay otros factores externos como el fenómeno de El Niño», explicó el investigador.

El fenómeno de El Niño vivido entre 2015 y parte de 2016 fue uno de los más fuertes en las últimas décadas, según la NASA, y es uno de los factores de la fuerte sequía que castiga a Bolivia.

  1. No se buscó más agua

Para el investigador Dirk Hoffmann, que vivió en Bolivia durante años, la escasez también tiene que ver con la ausencia de políticas de largo plazo. «Durante 20 años casi no se hizo nada para construir nuevas captaciones de agua, en cambio en ese mismo tiempo la población se duplicó«, explicó el experto.

Hoffmann explica que hasta 2014 no se empezó a construir una nueva represa.

«El gobierno actual hizo muy bien en llevar el suministro a más poblaciones, nadie puede decir que eso está mal, pero no se buscó más agua para atender la demanda creciente», afirmó.

  1. Mala gestión de la empresa e intereses políticos

Dos expertos consultados coinciden que los intereses políticos detrás de la gestión del agua en Bolivia también tienen que ver con la crisis.

Campanini, del CEDIB, señaló que las autoridades bolivianas lograron jugar un rol muy importante en el debate ambiental internacional, sin embargo eso no se tradujo en políticas y planificación coherentes dentro de Bolivia. «La administración del agua y de todos los recursos naturales también son un factor importante (en la crisis). En la empresa estatal no se tomaron medidas oportunas ante la escasez», explicó Campanini.

En estos momentos, la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (EPSAS) es la principal apuntada por varios sectores como la responsable de la crisis. Más cuando se conoció que entre el 30 y el 45% del agua se perdió por fugas en la envejecida red de tuberías.

Al destituir al interventor de EPSAS, el miércoles, el presidente boliviano Evo Morales pidió «disculpas a La Paz» por la escasez del recurso.

Hoffmann, por su parte, añade que las antipatías políticas que se viven permanentemente en Bolivia agudizaron la crisis. «En los últimos 10 años la dinámica política ha perjudicado la administración del agua. Como EPSAS es administrada por el gobierno, eso dificulta la gestión coordinada con las alcaldías», dijo el investigador a BBC Mundo.

El gobierno, por su parte, anunció una serie de acciones para garantizar una rápida reposición del servicio para las ciudades afectadas.

  1. Los megaproyectos bolivianos

Otro elemento que es cuestionado en Bolivia son los efectos que ocasionan los megaproyectos extractivos que se desarrollan en ese país. El investigador del CEDIB señaló, por ejemplo, que la creciente actividad minera en Bolivia no sólo contamina muchos ríos, sino que consume enormes cantidades de agua que podrían abastecer a las poblaciones afectadas. Campanini añadió, además, que la deforestación y tala de bosques para cultivos cerca de las cuencas afectaron el ciclo de preservación hídrica.

Lo mismo puede generar las operaciones de extracción y búsqueda de hidrocarburos que se llevan a cabo en varias regiones de Bolivia.

Además, grupos ambientalistas y ONG de ese país denuncian que las grandes hidroeléctricas que el gobierno boliviano pretende construir en las selvas del norte de Bolivia afectarán el proceso de regeneración de lluvias.

  1. Poca cultura ciudadana de ahorro

La expansión económica en Bolivia y el consecuente crecimiento del consumo interno generó también el mayor consumo de agua en las principales ciudades. Al respecto, Hoffmann propone soluciones inmediatas como el uso de grifos y duchas ahorradoras, que dispensan la mitad de agua y generan la misma sensación. Sin embargo, el investigador añade que realmente se necesitan medidas drásticas para reducir los efectos climáticos que sufrirá Bolivia en el futuro. «La necesidad de agua seguirá aumentando. Es muy probable que el desabastecimiento se repita porque la población sigue creciendo».

Después de estudiar los fenómenos meteorológicos en Bolivia durante 15 años, Hoffmann añade que las tendencias no son alentadoras. «La época de lluvias va a empezar más tarde y va a durar cada vez menos«.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente y fotos: BBC Mundo.