Marcelo Rey era de Lanús pero desde hace tres años vivía en Brasil, en la localidad turística de Morro de São Paulo, donde trabajaba como cajero del Bar do Peter II, cuyo dueño era otro argentino.
Cuando lo asesinaron estaba trabajando. Ese justamente, habría sido el detonante del conflicto. El que lo increpó era un bahiano conocido del lugar de nombre Enrique, que lo acusaba de robarle el trabajo a los brasileros.
Lo provocó, lo invitó a pelear y como no quería, lo empujó y lo tiró al piso. Pero no se detuvo entonces. Por el contrario, desató toda su furia contra el joven de 38 años que estaba indefenso. Lo pateó y le golpeó la cabeza con piedras hasta que lo mató.
Mientras los familiares del «Conejo» Rey manifestaron al diario Crónica su preocupación por saber dónde esta el cuerpo y cómo repatriarlo, el asesino, que estaba borracho según los testigos al momento de la pelea, permanece prófugo.
