Investigadores de la UNNE y CONICET trabajan en un estudio de sobre cambios moleculares de la planta de yerba mate ante condiciones de estrés hídrico, con el objetivo a futuro de mejoramiento genético de la especie, en especial a condiciones de sequía.
La yerba mate es una planta que en la región de los ríos Paraná y Paraguay evolucionó naturalmente en los sotobosques, es decir el área de un bosque que crece cerca del suelo y por debajo de los árboles más altos. Naturalmente crece en baja radiación solar y alta humedad.
Pero con fines comerciales se aplicó su cultivo intensivo en ambientes distintos al sotobosque. Este cambio de hábitat de la yerba mate, sumado al cambio en las condiciones climáticas que generan menos lluvias en la región productora, motiva la necesidad del mejoramiento de la especie para su adaptación al nuevo ambiente en que se cultiva así como al cambio climático.
A esta situación de la yerba mate se le agrega la heterogeneidad y envejecimiento de los yerbales, y la escasa introducción de nuevos cultivares.
En este contexto, desde el Laboratorio de Biotecnología Aplicada y Genómica Funcional, dependiente de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) y del IBONE (UNNE-CONICET) se realiza un estudio para identificar los cambios moleculares que una planta de yerba mate manifiesta ante situaciones de estrés hídrico o menor disponibilidad de agua.
Los alcances del proyecto fueron expuestos en un en un simposio sobre “Fisiología de Especies Regionales”, en el marco de la Reunión Argentina de Fisiología Vegetal que se realiza en la UNNE.
La exposición estuvo a cargo de Raúl Maximiliano Acevedo, doctor en Biología Molecular y Biotecnología, e investigador del Laboratorio de Biotecnología Aplicada y Genómica Funcional (UNNE-CONICET).
“Existe falta de información genética sobre la yerba mate, y el objetivo de nuestro trabajo es estudiar los mecanismos de defensa de la yerba mate ante el déficit hídrico, con el fin de mejoramiento para el logro de cultivares tolerantes” el doctor explicó Acevedo.
Detalló que el en estudio se expone a la planta de yerba mate a distintas condiciones de estrés hídrico, como ser déficit suave de agua, moderado, severo y a riego tras situación de déficit.
Comentó que con estos experimentos se pretende observar cuales son los mecanismos que le permiten a la planta adaptarse al estrés, y cómo afectan esos procesos de adaptación a variables del rendimiento.
Resultados preliminares demostrarían que ante condiciones de déficit hídrico se registra la activación o inhibición de que algunos fragmentos de genes involucrados en procesos de fotosíntesis, respiración, metabolismo y defensa de las plantas.
“Es recién la punta de un iceberg” expresó el doctor Acevedo en relación a las observaciones preliminares del estudio que desarrollan y que podrían ser el punto de partida para el necesario mejoramiento genético de la yerba mate que en este aspecto está rezagada respecto a otros cultivos de interés.
Remarcó que, a su vez, el desarrollo de cultivares tolerantes a sequía representan en la actualidad una de las prioridades en la búsqueda de programas de mejoramiento de la yerba mate.
“La yerba mate no tiene sólo un valor económico, por la cafeína que aporta, sino su valor principal es la sociabilidad que genera su consumo” señaló el doctor Acevedo para cerrar su exposición y remarcar la importancia creciente de la yerba mate en el contexto nacional e internacional.
