El organismo que encabeza Rolando Núñez realizó un crudo informe respecto a la salud pública de la provincia del Chaco. En el mismo hace referencia del ajuste que se viene en materia sanitaria y habla de un “bajo compromiso” de parte del gobierno hacia esta cartera.
En tal sentido, el Centro de Estudios Nelson Mandela establece que “Los indicadores sanitarios demuestran, a las claras, el bajo compromiso del gobierno provincial con la salud pública en general y, en especial, con los usuarios y trabajadores del sistema sanitario, factor clave en la prestación de un servicio muy demandado por la población dado que producto del aumento de la pobreza y de la indigencia se acumulan amplios sectores sociales que diariamente se alimentan en base a una dieta predominantemente conformada por hidratos de carbono (harinas, grasas, sémola y sus derivados), determinante en el extendido y creciente fenómeno de poblaciones mal nutridas (farináceas), que generan la tendencia de enfermar y morir prematuramente por causas evitables o altamente evitables, lo que ha aumentado notablemente la demanda de la atención sanitaria en la red pública, a tal punto que la superestación se aproxima al 40% del total que diariamente recurren a los hospitales, que son los enfermos que “rebotan”.
Sin embargo, se producirá un nuevo y fuerte ajuste en el sistema sanitario público en 2017, que hará que la red profundice su crisis hasta convertirse en uno de los servicios más deficitarios de la actual gestión de gobierno, a pesar de que en el discurso, en la publicidad y en la propagan se insista que la salud pública es una prioridad.
Otras denuncias
La red de Salud Pública de la provincia del Chaco atraviesa una de sus etapas de mayor crisis en la atención que brinda a la población. A la deshumanización y profunda desorganización que caracterizan su precario funcionamiento, se agregará el fuerte ajuste que se resolvió aplicar en el 2017 producto de la agudización de la desinversión en el sistema de atención sanitaria.
Del análisis de las planillas anexas al Proyecto de Presupuesto 2017, específicamente del rubro erogaciones clasificadas por el objeto del gasto, surge que del total de casi 5.000 millones de pesos presupuestados para el funcionamiento administrativo del Ministerio de Salud Pública y de su red de hospitales y puestos sanitarios, el 74% se destinará al pago de salarios, aportes y contribuciones del personal. Este porcentaje sobresale por ser el más bajo comparado con las asignaciones presupuestarias para afrontar el pago salarial de los restantes servicios públicos que brinda el Estado.
Escasos fondos para comprar bienes esenciales
Llama poderosamente la atención los escasos fondos destinados a inversiones en bienes de uso (máquinas y equipos), que representan apenas el 0,3% del total de las erogaciones previstas en 2017 para el Ministerio de Salud Pública. Este insignificante porcentual contradice el discurso del gobierno, que vino anunciando la “Modernización del Sistema Sanitario, Hospitales Eficientes y Financiamiento para el Mejoramiento del Sistema de Salud”.
En la plataforma que impulsa la actual gestión de gobierno, que se refleja a grandes trazos en los “Lineamientos para el Plan de Gobierno 2015-2019”, publicado en http://comunicacion.chaco.gov.ar/, se difundió que la Salud Pública sería una prioridad en la gestión del gobernador Domingo Peppo. Sin embargo, el ajuste previsto para el año 2017 pone en evidencia que la situación sanitaria no será una prioridad dado que los recursos asignados serán más bajos que para otros servicios que presta el Estado.
500 millones menos para salud
La asignación de recursos será más baja que en años anteriores, que es del 11% hasta el año 2016. La participación de la Jurisdicción 06 (Ministerio de Salud Pública) en los gastos totales del Presupuesto 2017, será del 9,9%. El ajuste, en términos relativos y en porcentuales, significará que se quite 500 millones de pesos del presupuesto de Salud Pública que no solo es un monto considerable y significativo, sino que es indispensable que se vuelque a la salud pública en función de la marcada crisis de funcionamiento que atraviesa y la fuerte desinversión estratégica que se acumula por muchos años, además del retraso salarial, mientras se encararon gastos e inversiones que no eran prioritarios ni vitales. Todo esto surge del análisis del Proyecto de Presupuesto 2017, elevado a la Cámara de Diputados el pasado 30 de septiembre, según el proyecto de ley 3962/2016, radicado y en tratamiento en la Comisión de Hacienda y Presupuesto.
El total presupuestado al 2017 para el sector público es de 50.278 millones de pesos, de los cuales 39.758 serán destinados a gastos corrientes y 10.519 a gastos de capital. Para Salud Pública se presupuestó 4.982 millones. Los diputados seguramente aprobarán este presupuesto por compartir la política de ajuste, por obediencia partidaria, por insensibles o por ignorar la cruda realidad social en Chaco.