La pequeña localidad de Fortín Belgrano, ubicada en el punto tripartito entre Chaco, Salta y Formosa, y terminal norte de El Impenetrable chaqueño, es zona liberada para el contrabando de todo tipo y el narcotráfico.
No existen controles ni vigilancia en las tres provincias vecinas. Los límites son verdaderos coladores por donde circulan tranquilamente quienes explotan estos negocios ilícitos.
Desde el año 2013 se ha intensificado el tráfico, según los pobladores, que se desarrolla a la luz del día hasta por la calle principal de Fortín. Los traficantes y contrabandistas circulan sin ningún tipo de precaución ni cuidado. Las camionetas 4×4 transitan abiertamente el lugar, que además de contrastar con la extrema pobreza de la mayoría de quienes integran las comunidades indígenas y criollos pobres del lugar, transportan sus cargas a la luz del día.
Otro punto estratégico donde operan los narcos es el paraje Tartagal, ubicado a 30 km del límite con Salta, con la que está vinculada a través de picadas que son de intenso tráfico. Coordinan con los socios locales de Fortín Belgrano y -fundamentalmente- de Sauzalito, que es el epicentro narco para el transporte de drogas hacia J.J. Castelli.
Sin fuerzas de seguridad
En el punto estratégico que significa Fortín Belgrano no operan efectivos de la Prefectura Naval Argentina ni Gendarmería Nacional, salvo esporádicamente. En la comisaría local trabajan dos policías, con bastante poca vocación de servicio y gustosos de salir a pescar. En algunas oportunidades se destinan dos refuerzos que llegan de otras unidades. Por supuesto que el funcionamiento policial es absolutamente deficitario, aunque mejora cuando se acopla el personal adicional.
El Departamento Drogas Peligrosas de la Policía de Chaco tampoco ha desarrollado acciones, mínimas ni suficientes, para combatir el narcotráfico y el contrabando. Cada tanto inspeccionan el único colectivo, de la firma Romina de Sáenz Peña, que une la localidad de Misión Nueva Pompeya y J.J. Castelli los días domingos, lunes y jueves. Por falta de trabajo y de oportunidades laborales, varios pobladores debieron dedicarse al contrabando y algunos hacen de mulas para el narcotráfico para financiar el gasto familiar. La situación de los pibes es más delicada porque están volcándose al consumo de droga.
Impactante mega operativo contra el narcotráfico
La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich y altos funcionarios del Ministerio de Seguridad de la Nación, visitaron Fortín Belgrano el pasado 11 de agosto para lanzar en El Impenetrable el Plan Cerrojo en Chaco, en el marco del plan nacional de lucha contra el narcotráfico para impedir el ingreso de drogas a territorio chaqueño. Además del gobernador Peppo, estuvieron presentes el Secretario General de Gobernación Horacio Rey, el ministro de Seguridad Pública Martín Nievas, el director Nacional de Gendarmería Comandante General Gerardo José Otero, el jefe de la Policía del Chaco Ariel Acuña, el intendente de Juan José Castelli Alberto Nievas, el intendente de Fuerte Esperanza Walter Correa y el intendente de El Sauzalito Alcides Pérez.
Desde Fortín Belgrano sellaron el compromiso de lucha contra el narcotráfico. Comprometieron el trabajo conjunto y coordinado de las fuerzas de seguridad nacionales y provincial en esta zona estratégica para la lucha contra el tráfico ilegal. La ministra nacional aseguró que «el gobierno nacional y provincial trabajan codo a codo, al igual que las fuerzas federales y provinciales porque la situación de la droga y el narcotráfico genera enormes problemas”.
El operativo de lucha contra el narcotráfico denominado «Cerrojo Impenetrable» se debía desarrollar a partir de un acuerdo firmado entre el gobierno provincial y nacional, con una fuerte presencia de las fuerzas policiales apostados en la frontera del Chaco. Fue presentado como un esfuerzo conjunto de la Policía del Chaco, Gendarmería y Prefectura. Destacaron que se instalarían doce puestos de seguridad estratégicamente distribuidos en una distancia de 150 kilómetros sobre el margen del río Teuco y a lo largo de 100 kilómetros sobre la denominada línea Barilari (límite con Salta). Asimismo, el gobernador sostuvo: «El narcotráfico es un delito estructural, endémico y El Impenetrable es un punto estratégico de ingreso. Por ello, se debe trabajar en forma conjunta para entablar acciones porque entendemos que la seguridad es un sistema integrado y tenemos la firme decisión de hacerle frente a esta problemática».
Sin embargo, a pesar de los anuncios alentadores, es poco lo que se ha dicho en el marco del Plan Cerrojo Impenetrable. El 11 de agosto, cuando terminó el acto de lanzamiento del mega operativo, poco después se retiraron todas las autoridades y el personal de las fuerzas de seguridad con la totalidad de las sesenta camionetas y automotores con los que llegaron a Fortín Belgrano. El último que se retiró fue un poblador de Sauzalito a quién le habían pintado la palabra “Narco” en el exterior del portón de la caja de carga de su costosa camioneta 4×4. Se trata de uno de los principales operadores políticos de un alto dirigente provincial del partido justicialista, reconocido y temido en Sauzalito.
Zona abandonada a su mala suerte
Fortín Belgrano está ubicado sobre la margen derecha del río Teuco. La población mayoritaria es indígena, de la etnia wichi. Depende del municipio de El Sauzalito, de cuyo casco urbano está a 110 km., a 406 de J.J. Castelli y a 696 km de la capital chaqueña. Con la población del paraje “El Cevilar” se estima que tiene 1.680 habitantes. A 15 km. viven 120 personas más. El paraje “Corralito”, distante a 20 km. de Fortín, cuenta con 80 pobladores. En la zona de influencia, en pleno monte, viven aproximadamente 800 personas. O sea que el total de la población urbana y rural sería de 2.680.
Fortín cuenta con un puesto de salud muy precario, que funciona bajo muchas carencias, y está a cargo de un enfermero bastante cansado y en el final de su ciclo por algunos avatares que acarrea.
Prácticamente está cerrado. Funciona sin médico, insumos ni medicamentos suficientes. Depende del Hospital de El Sauzalito, que no cuenta con ambulancias suficientes para que se realicen las rondas médicas por los puestos de su zona sanitaria. La sede central del Ministerio de Salud y el Ministerio de Desarrollo Social no comprenden la grave y aguda situación socio-sanitaria en esta región, como tampoco las necesidades ni las soluciones que se deben encarar. Hacen agua por todos lados. Los equipos que mandan cada vez son más peores. Al final de las intervenciones de los visitantes continúa el desamparo de la población. En ese escenario se instaló el estéril debate sobre una ambulancia entre Jacinto Sampayo y la directora de Ingeniera Hospitalaria, Mirta Morel. Quizás, tal como le pasa a la ministro de salud y a sus colaboradores, no comprenden la gravedad del cuadro de situación y disputan algo que no se entiende.
Justo Romano, auxiliar enfermero, es el encargado del puesto sanitario de Fortín Belgrano. Desde hace tiempo que el centro asistencial tiene muchas necesidades. La constante ha sido y es la falta total de insumos y de medicamentos básicos para la atención de los pacientes. No cuentan con oxígeno. Desde hace más de un año, en realidad casi dos, que no se presta atención sanitaria en el Puesto por falta de médicos. Tomándose en cuenta el número (2680) de pobladores del área, deberían contar -como mínimo- con dos médicos generalistas. No se efectúan los rondines médicos para asistir a las poblaciones de los parajes aledaños desde un tiempo más prolongado, salvo esporádicas intervenciones sanitarias que no son tales. No cuentan con ambulancia para prestar los servicios de emergencias, urgencias y traslados.
En los casos de atenciones domiciliarias, cuando Justo Romano debe aplicar inyecciones o intentar alguna asistencia, debe trasladarse en bicicleta. Si la distancia es larga, utiliza su moto y solventa de su bolsillo el gasto de combustible.
Centro de Estudios e Investigación Social Nelsón Mandela.
